domingo, 26 de diciembre de 2010

Bad Day

Escucho todavía el lamento de las aves nocturnas, el ruido de las ratas devorando todo a su alrededor y el ulular del viento. No lectores, no vivo en Transilvania ni soy el conde Drácula. Esta frase la escuché en uno curso que hice  y la quería poner.
Lo que usted va a leer a continuación no es nuevo, no es original, ni siquiera es divertido.
¿Por qué lo posteo entonces?
¡¡Porque nunca subí algo nuevo, original y divertido!!
Agravado porque entre la cena del 24 y el almuerzo del 25 comí el equivalente, en peso, a dos renos adultos o una familia tipo.
La vida es un agrupamiento coherente de sucesos que se entienden mejor cuando se los ve o selos  analiza todos juntos y sentaditos en fila india. De viejo uno así le encuentra explicación al fracaso. En mi vida la opcion era "arriesgarme  o la miseria", tenía mi decálogo de ideales, "yo quería tener guita" (los otros nueve deseos realmente no los recuerdo, y no tienen importancia) y he triunfado porque partiendo de la mas profunda pobreza, he logrado alcanzar las mas altas cimas de la miseria. Esta extraña sucesión de infortunios que poco a poco fueron minando mi voluntad  hasta transformar aquel viejo anhelo de triunfar en la vida hasta convertirme en este ser  que en forma pacifica convive con el fracaso.
Dime con quien andas y te diré quien eres, decía mi vieja, ¿de ser así?, fui un imbécil el 98% del tiempo. El capitulo de hoy en esta historia de fracasos corresponde a mí cuñado Chris el artífice de la creación de este blog y de otros emprendimientos como el que a continuación narraré:

Estaba yo en un momento económico difícil y decido consultar a mí cuñado acerca de ¿Que se te ocurre que podría hacer? El se dedicaba a la compra venta de carne y pollos con relativo éxito y me impresionó de entrada por ejemplo, escribía bien Roast Beef, o me explicaba que el olor del pollo al cocinarlo es superior al gusto después de comerlo. Me propuso poner un parripollo, pero en esa época estaba la gripe aviar, y pensé “morir de gripe aviar no es manera de entrar a la posteridad”, es berreta, como si hoy me comiera un oso hormiguero a la salida de Temaiken cuando me mandan de la empresa. 
De entrada nos respetamos y hasta me animo a decir nos admirábamos mutuamente. Hoy a la luz de los hechos y teniendo en cuenta que errar es humano (pruebas sobran) juzgo a este pollero "Un supremo pelotudo" que considera que ponerle "Un gallo para Esculapio" a un restaurante es una genialidad. No me resulta verosímil como persona, recíprocamente él piensa lo mismo de mi, es mas hace le pregunté ¿Vos me admiras? Claro que si, te bancas esa cara loco, te admiro.
Entonces me propuso poner un criadero de chinchillas dado que el conocía la actividad profundamente. De entrada pensé "esa rata legalizada no me gusta para nada", no dejan de ser roedores. Le dije "me parece un negocio raro" y me contestó "Raro es un pulpo que adivina los resultados de los partidos de futbol".  No tenía un mango, me convenció y me dije "basta de pollomojadismo" "Listo el Chicken" ¡¡¡Lo ponemos!!! Y comenzamos a criar chinchillas.

Son una especie de conejos de la india, pero con orejas más grandes y con cola. Y con una piel muy linda. Justamente por su piel se los cría, que es muy cotizada para hacer tapados. Montamos el criadero y cuando las chinchillas crecieron y estuvieron listas para sacrificarlas y convertirlas en costosos tapados, a mi me partió el alma la situación, eran la cosa mas bonita, todos apiladitas durmiendo a pata suelta, parecían mascotas, ositos de peluche. Es que son adorables estos bichitos, agarran el alimento con las manitas, parecen personitas (si las personas fueran peludas y tuvieran cola, claro). El problema fue, que nos llenamos de chinchillas, porque se reproducen como conejos, pero son más peluditas y graciosas y yo no las quería convertir en materia prima, pero los costos de cuidado y alimentación aumentaban como si las criásemos en un spa y quedamos al borde de la ruina.

Entonces mi cuñado pensó "esto no es negocio entonces" y decidimos vender todas las chinchillas a alguien que seguramente tendría menos miramientos que nosotros. Si bien era una solución yo ya me había encariñado con los bichitos, entonces se le ocurrió una idea genial quizás influenciado por el hecho de que ya en ese momento nos alimentábamos exclusivamente con alimento balanceado para chinchillas, que era lo único que teníamos a mano en el nido de ratas en el que vivíamos. La idea al  principio parecía loca, pero se puso a amaestrar chinchillas, pero no para hacer trucos como bailar o saltar através de un aro en llamas, las entrenó para que se tomaran de las colas, manos y patas y se quedaran muy quietecitas. Con mucho trabajo, paciencia y cariño, al cabo de unos meses logró que se entrelazaran en una formación que simulaba perfectamente un tapado de piel. Era un abrigo viviente, algo nunca visto. Nuestra idea originalmente era comercializarlas así, y quien quisiera adquirirlas además se ocuparía de cuidar y mantener a los animalitos y cuando los necesitasen estos se pondrían en configuración de tapado para acompañar a su dueña a una fiesta de gala.

Era un concepto totalmente ecológico hasta proyectamos pedir el sponsoreo de Greenpeace. Consultamos nuestra idea con peleteros prestigiosos, quienes nos dijeron que estábamos locos, que la gente que usaba tapados de piel no tenía el menor interés por la ecología, y los que si querían a los animalitos no los tendrían para usarlos como tapado de piel. Entonces se le prendió la lamparita a mi socio y propuso algo que cerró el negocio redondo. Venderíamos las chinchillas en formación, simulando que eran un tapado normal, luego seguiríamos a la dueña hasta su casa y esperaríamos a que los animalitos se disgregaran para recuperarlos. Mi cuñado se encargo para ello de entrenar a las chinchillas para que desarmaran la configuración y vinieran a nuestro encuentro cuando sonáramos un silbato. De entrada note que la chinchillas le tenían un gran respeto, es mas cuando se enojaba con ellas las trataba de usted, mas de una vez lo vi trayendo a alguna que se había escapado del cuello. Llego el día del simulacro (pensé “llamemos a National Catastrophic”, pero no, mi cuñado extrajo una siringa (una especie de armoniquita como la de los afiladores), si bien la interpretación fue mediocre, los roedores acudieron en masa, tal vez seducidos por el coeficiente intelectual de él (Hoy se que es similar al de una nutria).También noté que esos plantígrados tenían sexo cincuenta veces por día.

El negocio fue éxito rotundo, manteca al techo, palanca al piso. Le decíamos a las clientas que el peso del tapado se debía a que utilizábamos pieles de extrema calidad, y ellas salían del local con las chinchillas fundidas en fraternal y estratégico abrazo. Esa misma noche concurríamos con la camioneta en la puerta de la casa de la victima, sonábamos el silbato y a los pocos minutos aparecían corriendo y saltando lo que hace instantes había sido una manga, un cuello, un hombro del ostentoso abrigo de una cheta insensible. No nos sentíamos culpables, no era robar lo que hacíamos y las clientas tenían mucho dinero. Incluso muchas de ellas volvían a comprarnos varias veces diciendo que se los habían robado, inmiscuidas en su realidad paralela.

Las chinchillas ni se movían por temor a la existencia de un gato en casa de la propietaria. Llegamos a tener casi doscientos planteles de chinchillas trabajando simultáneamente. Es mas, quisimos diversificarnos amaestrando zorros que fingían ser una estola, pero abandonamos esa línea de productos por que los zorros no son tan astutos como dicen, olvidaban su papel y se abalanzaban sobre la comida en el medio de un casamiento paquete. Si la clienta era una señora obesa perdíamos algunas chinchillas de vez en cuando, cuando la gorda se sentaba con el tapado puesto. Esto no afecto el negocio nos estábamos haciendo millonarios

Cambiamos el nido de ratas por un local en la calle quintana y contratamos a un químico que paso a ser miembro del dream team. Vino la época de bonanza viajes, lujos, mujeres, excesos. La plata parecía reproducirse como las chinchillas. Comenzamos a relacionarnos con la crema de la sociedad (la plata llama a la plata, a mi siempre me había dado ocupado), mi cuerpo no era un templo era un parque de diversiones. No sería decoroso que entrara en detalles, yo soy como Ricky Fort "no pienso hablar de mi intimidad". ma... si, es el último post del año, me prendía en cuanta orgía se armaba, amanecía con dos burros, cuatro travas en trencito peneal, enanos encerrados en piñatas, cuatro monjas en el piso, agua bendita vomitada con pedacitos de hostia flotando, lo mío se agotaba en la desnudez, no tenía la mas mínima intención de recorrer un sendero mas espiritual, (Ahora si critíquenme mi vocabulario pacatas, les voy a hacer una amputación lingual aunque a puñal quedan desprolijas, no merecen una muerte lenta, sino una vida de dolor y sufrimiento permanente por hablar boludeces de mi. Además me enteré que se hacen tirar las cartas. OK sobre ese punto no emitiré juicio de valor alguno, cada uno se hace tirar lo que quiera. A mi me encanta por ej. Que me tiren la ….). si de chiquitito me decían Vulgarcito.

Retomando la historia, bueno lo que ganábamos en las chinchillas lo reinvertíamos en el mundo animal lo gastábamos todo en Cocodrilo.
Forrest, servime un ron.
¿Un vodka?
Ron Forrest, ROOONN! (chiste viejo)
Mis deseos sexuales eran irrefrenables, los roedores me habían contagiado de algo que no podría definir, estaba como loco, quería escalar un peldaño en la carrera hacia el sexo salvaje. Un día mirándome en el espejo me dije "Estallo el verano y yo con estas mechas". Consulté al químico, “quería tener el pelo de los palmípedos y ese rendimiento sexual desenfrenado”,me dijo que el alimento balanceado que el mismo había preparado era en base a semen de guanaco virgen y de burro. No lo dudé, el último burro que vi, (en una película). tenía una novia que era un dragón, esos si que son cogedores (pensé).

No lo dudé y comencé a alimentarme yo también con el alimento balanceado de las chinchillas, además era mucho mas rico que el comíamos cuando no teníamos un mango y estábamos desesperados. Me entusiasme y cedí tentado por la opinión superficial de la estética dominante, y me dije "Sacaré el pelado que hay en mi" Al principio era una maquina sexual y tenia el pelo brillante, sedoso, se multiplicaba como el de las chinchillas, nadie se resistía a mi pelo con gel. Lo compartía con mis parejas, hasta que un día un mozo me dijo “perdón señor no tomé su pedido porque me he dispersado un poco observando el frondoso bigote de su mujer ¿Probó con  llevarla al circo? ¿A quien pregunté, temiendo haber sido descubierto con nuestra estafa son los tapados de chinchillas?

Soy de los que sueñan con los finales felices pero la verdad es que al poco tiempo, un día haciendo Aqúa dance, se me cayó todo el cabello, me había convertido en algo parecido a Johnny Allon, por un efecto secundario del tónico, además me convertí en un potencial (impotente), desde ese día se me caen los pelos pero ninguna idea, soy un pelado en transito, (Hasta fracaso como pelado). Me enteré por el químico que mi cuñado para abaratar costos alteró la fórmula, que fue lo que  generó este efecto adverso en mi y en las chinchillas (que quedaron lampiñas), motivo por el cual nos fundimos.

Desde ese día escuchar a mi cuñado me transporta al infierno y me hace subir el azúcar. No se si me toma el pelo y por eso me quedé pelado como método defensivo. No me banco a esas fotos que pone en el blog y que le proporciona mi hermana donde parezco un Boy Scout,  que son como dicen los de les Luthiers "son niños vestidos de entupidos, comandados por un entupido vestido de niño". De todo lo que hacen con mi hermana me manda foto, "Ya me tenés podrido con  las fotos de tu felicidad", ni su extremado positivismo en todos los aspectos de su vida,  habría que hacerle un antidoping.

Ahora se dedica a tecnología (igual que yo), lo que me sumerge como dice mi psicóloga en el peor de los fracasos que es que alguien te supere imitándote. De vez en cuando me propone un negocio que ni escucho, probablemente sea vender Reduce Fast Fats en Etiopia, o poner un criadero de ñandú, pero le digo que voy a ser socio de él cuando en 6,7,8 digan algo lindo de Magneto, (prefiero limpiar baños químicos de por vida).

De esa experiencia quedé mas seco que el desierto del Sahara, perdí hasta los muebles (estuve tentado de poner chinchilla, auchenchia de un lugar donde chentarche). Siento que estoy corriendo la coneja con antidoping positivo, pero ahora me siento un poco mejor me alimento con "Chinchi" no adulterado todos los días, no se...siento que me balancea…



PD: Si la esperanza es lo último que se pierde, entonces yo ya perdí todo.

PD1: A los que me siguen enviando cadenas de mails, habría que encerrarlos de por vida.

PD2: Me voy de vacaciones a la paradisíaca Isla Maciel. Armando las valijas soy más rápido que Amira y Wilson juntos. No, enserio, iré a un lugar donde la tierra es acariciadas por ríos y arroyos y no por subtes y colectivos. No extrañare ver a los trillizos Fort en todos los canales. Iré a un lugar muy tranquilo donde abundan los pinos, las playas eternas y los bosques frondosos, pero fundamentalmente con mucha historia, la de la humanidad. Me veo gordo con una hoja, en bolas y comiendo por el desierto, comiendo algo parecido a las Don Satur o Tía Maruca y leyendo a Coelho o Bucay. Por ende será hasta la vuelta, en febrero del 2011. Si no vuelvo queridos compañeros de PCNet, es que el sendero me habrá llevado por caminos misteriosos, o he sido secuestrado por un circo chino que explota mi fealdad, y la gente me tira galletitas y pescado, los chicos se burlan de mi, por parecer un mamífero marino, y realizo trucos cual oso amaestrado. Creo que no intentaré escapar, esto me parece mejor que lo que me venía dedicando, en las últimas demos tuve que esquivar los flechazos que venían de la selva. Me resulta mas grato. No me busquen. Gracias

PD3: Como soy un romantico empedernido y creo en la busqueda del amor real, les quiero regaar un video Emocionalmente romantico( Gay) el otro se los regala el "chompiras" de mi cuñado.
"MAL DIA - DANIEL PAWTER"

viernes, 24 de diciembre de 2010

La felicidad me la dio tu amor

¡¡¡Gracias Palito!!! Por la inspiración del titulo de este post  navideño. Este año ya se acerca a la fecha de vencimiento. Como diría Rubén ¡Hola 2011! (CTRL + ALT + SUPR). Hay años normales y hay años aplanadora (como este). Adiós 2010 no te olvidaré te lo juro. Se acaba el año, este post, todo, me acabo yo.

El espíritu navideño es aquel al que más miedo le tengo, odio ver a la calle Corrientes decorada con muerdagos. Por eso me cuesta redactar este post. Yo para las fiestas soy de los que dce "IGUALMENTE". Si vuelvo a recibir un mail que contenga la frase "Con los tuyos" me pego un tiro en la boca. Odio a los que están comprando a las tres de la mañana en los Shopping con espíritu navideño en las notas de la televisión. Métanse el espíritu navideño en el culo. Con borlas navideñas y todo. Si lo  veo a Papa Noel lo secuestro y lo torturo.

No aguanto a los que empiezan la cuenta regresiva a las 23.30, los que sirven "Champucito" a las 22 y no quieren que tomes, y al brindar te dicen porqué brindan y quieren que vos lo digas también (reconozco yo lo hice).

Me compré un arbolito de navidad para reponer el que rompí con la cacería de la rata, la instrucciones para armarlo vienen en chino mandarín y casi muero electrocutado al intentar armarlo. A este a diferencia de otras épocas de esplendor, le faltan ornamentos decorativos. Si me preguntan me gustaría pasar la Nochebuena con Hugh Heffner rodeado de conejitas, ya que por la Diabetes no puedo comer nada, el médico me dijo que "Evite el Toné"

A los que el año pasado prometieron realizar una colecta para comprarme un sarcófago les comunico que Papa Noel debe haber tenido insuficiencia "Renal", porque a casa no llegó nada. Este año quiero un pastillero. Para todos ustedes ya tengo el regalo, unos hermosos llaveros de alicate que conseguí a buen precio, son divinos.

Para el 2011 pido seguir siendo así; pintón, culposo, ocurrente, amargo, hablar inglés. Total Papa Noel no existe, porque sino ¿Qué parte de linda, flaca e inteligente, no entendiste Papá Noel? No... Es joda... "Así como estas me alcanzas y me sobras...bah me alcanzas". Dejémoslo ahí. Llegué vivo al 2011 es mas de lo que merezco.
Si las amenaza por cortar cadenas de mails, por no reenviar cadenas de mails fuesen ciertas, mis hijos no me hablarían, tendría mala suerte en el amor y mis sueños no se hubiesen hecho realidad, cuando en realidad…bueno caramba….carajo mierda (la puta que lo parió), me da miedo hasta salir a la calle, siento que me va a pisar un Ford "Fiesta".

Otra Navidad triste (versión remasterizada)

Gracias a todos por estar este año compartiendo cada una de mis palabras y gracias a aquellos que hicieron posible que la amistad atravesara el monitor. Coseché grandes (enormes) amigos y amigas, a los que no tengo la suerte de conocer personalmente y darles un abrazo. Pero no faltará oportunidad. Desde, y con el corazón: Feliz TODO para ustedes.

Haciendo la lista que a continuación detallo me dí cuenta que no tengo un puto amigo normal.
No ahora enserio un reconocimiento para todos los artífices de este nuevo comienzo. A mis amigos por estar siempre y hace tanto tiempo. A todos ellos mi cariño, mi admiración, por lo incondicionales, por hacerme sentir que no estaba solo.
Felicidades para todos estos:

Gregorio, Perla, Margarita y Daniel del Mercado de San Telmo.
Rosa "la artista" de San Telmo
Roberto el librero que más sabe y nuestras charlas
Gustavo y las chicas de HQ
Tony, Esther y Juan del Mercado de las Pulgas
Roberto y Nolo del café literario en San Telmo
Leandro y Lorena del Bco Supervielle
Hylde y sus mails levantadores de ánimo, Panichelli y Martín en la Cumbrecita.
Dr Luis
Tincho El farmacéutico
Los muchachos del Casino de Puerto Madero (en cuanto pueda les pago)
José Carlos Gustavo y Martín de Interbanking
Dr Alejandro
Dr. Eduardo
Mariana, de la Juvenil
Adolfo y Claudio de Costanera Sur
Andrés  Mario Antonio Ricardo, Enrique, Romano Osvaldo de Bouquet
A todos mis compañeros del Teatro San Martín de los cursos de Narrativa, de Dramaturgia  y taller de cuento.
Rubén, Eugenio, Federico y Toto
Alejandra, Cecilia, Lorena y Sol
Ciruelo (el pintor, SI "el pintor es amigo mio", hasta me regaló un cuadro, escuchaste Haydee Moure, no quiero laburar mas)
Ofelia Haydee (la pintora) y Carlitos
Maty, Carla y Agos
Ramón y Mario (que se recupere pronto) los encargados.
Mariano Rodrigo Federico Martín y Germán de PCNet
A los clientes de PCnet
Contadores Fernando Javier y Tammy.
Gonzalo, Rodrigo, Fernando Y Macarena
Luis, Javier, Marilú y Jorge, Graciela e Iara
Claudio y Graciela
Carmen Agustín y Gimena
Gladys y Pablo
Pardo
Rubén (y su vieja) y Miguel (y sus viejos)
Mary y Chris (Mi cuñado, mi amigo y mi socio en este emprendimiento y en otros tantos fracasos)
Florencia
Agustina
Pancho
Además:
A Los que vinieron y nunca se fueron.
A los que vinieron y nunca mas volvieron.
A los que pasaron y se fueron como si nada.
A los que pasaron y son mis cómplices.
A los que pasaron y yo ni me entere.
A los que pasaron y me putearon.
A los que me alcanzaron un pañuelo.
A los que se cagaron de risa conmigo.
A los que están y estuvieron.
A los que no están y nunca estuvieron.
A los de paso, a los de a veces y a los de siempre.
Y para la única persona que no me fallará jamás. ¡Para mi!
Gracias…………………….Por permitirme que de una forma u otra sea parte de sus vidas.

A mis hijos que este año sea tal como sueñen.

PD: Pasado mañana el último post del año (o talvez el penúltimo)

PD1: Mi cuñado se filmo entregandole el regalo de navidad a mi hermana, ahi va

jueves, 23 de diciembre de 2010

Culpas y escondites

La lucha de la memoria es contra el olvido, pero el tiempo obra misteriosamente y el olvido es su aliado.  Se escuchan los gritos, aún hoy después de cuarenta años de aquello, se escuchan los gritos. Sobre todo en las noches de soledad, aletargado en sueños, cuando mis manos no encuentran amparo, ni mis lagrimas consuelo. Y a pesar que cierro los ojos, desvío los pensamientos, no puedo lograrlo. La figura oscura, de pie en la puerta siempre me alcanza y entonces comienza a sangrar.

Me despierto aterrado, sin gritos porque ya no me quedan de tanto gritar, El silencio es quizás la aguda respuesta al horror que me consume, que me destruye como persona. No preciso tocar las sábanas, se que están mojadas. Me levanto y enciendo las luces como si acaso  pudieran protegerme del pasado, como si fueran mágicas y me devolvieran la felicidad. Las noches se suceden con fatal reiteración sin faltar nunca a la cita. Por las mañanas camino al trabajo aturdido, falto de sueño, en la oficina me hablan de cansancio, del estrés, pero nadie entiende porque a nadie le explico. No hace falta, no necesitan saber. Los terrores son míos y de nadie mas. Los pies se vuelven plomo en el camino de regreso, como si no quisieran volver. Los entiendo a veces me imagino doblando en una esquina desconocida y despertando en una vida distante con otras preocupaciones, nuevos rostros y un pasado diferente, pero es como desear estar en un bosque. Camino mirando a los pies esperando que milagrosamente le salgan alas y me lleven volando.

Pero nada de eso sucede, las baldosas se suceden con áspera familiaridad con sus mismas rajaduras, sus roturas y desniveles. Mi casa se erige como un monstruo delante de mis ojos. Siento que me engulle cuando entro en su interior, y pierdo pedazos de conciencia. Aunque no es la casa, es el ayer. Me encierro dentro de sus paredes y las sombras hacen su paso diario de  espíritus y fantasmas y mi mente se encarga del resto, trayendo a la fiesta los ruidos y sensaciones. Los sueños y la vida parecen dos mundos paralelos conectados superficialmente por el hilo de mi imaginación.

Me acurruco en un rincón, esperando que los recuerdos no me encuentren. Pero es una batalla perdida, incluso antes de comenzar. La perdí aquella noche, la noche de los puñales, de los gritos. El espectro y mi mente saben de culpas y escondites, de casas vacías y silencios profundos y allí siento su andar monstruoso merodeando mi casa, escucho sus pasos cercanos, entonces los recuerdos se sientan a mi lado trayendo pedazos del ayer oscuro y  ya no logro ahuyentar a la fiera que me amenaza. Y me convierto en un niño nuevamente y siento que camino a tientas, abriéndome paso en la oscuridad, hasta explorar los inhabitados recintos, los vericuetos, las cuevas insondables, los sitios escondidos. Y resulta tan opresivo, tan irrespirable ese último intento por escapar  de esa prisión.

El reloj de pared, esclavo del tiempo, avanza sin piedad. Una cuchilla afilada, rebanando todo a su paso. El sueño me vence y a pesar del esfuerzo me rindo. Me entrego a la cama, al pasado. Siento como se trepa por encima del colchón, como sacude mis sábanas y penetra en mi mente, en el límite entre el sueño y la realidad y vuelvo a tener nueve años, a estar solo en la misma habitación, que ya no existe, a escuchar pasos, a ver la puerta del dormitorio de mis padres, que tampoco existe, a ellos parados allí, la explosión de los gritos de ellos y luego el inevitable charco de sangre. Ecos que aún retumban en mis oídos, ecos sordos, los gritos de cada noche, de esa noche. Y luego el silencio sepulcral, el silencio que era un grito de auxilio sin poder pronunciarse. Los pasos, la puerta abriéndose y la figura oscura, imponente, que mira desde el piso herido. Lo miro con ojos asustados, sabiendo que me estaba orinando en ese momento. Lo miro otra vez hoy a pesar de que ya no está. Lo miro en aquel instante mientras gritaba ¡Me lastimé!, fue un accidente, lo miro clavándome los ojos y me entrego a la muerte.

La sangre avanza en el piso, la pared, las sabanas, el colchón. Y me quedo quieto, pensando que estoy muerto y sin moverme permanezco allí por una eternidad. Cuando llegan los médicos sigo siendo una estatua. Escucho que dicen que estoy vivo, pero no lo creo. Hasta hoy sigo sin creerles. Pienso que morí ese día, y lo único que sobrevive es el terror y el deseo perverso del destino de querer repetir la escena noche a noche, con el único fin de regodearse con mi sufrimiento, con maldad, jugando con mi desesperanza y el aturdidor sentimiento que solo conoce aquel que vive en el terror.

Recen ahí toco fondo y descubro que es un lugar seguro. Cierro los ojos hasta que desaparece, pero el proceso es interminable, tiene la duración de lo atroz, de lo completamente irracional y recién allí siento que salí del laberinto, que terminó la pesadilla y ya no distingo si tal o cual rasgo es una transcripción de la realidad o la forma en que transcurren mis noches. El espectro detiene su mortal acecho, cierra con furia la puerta de mi casa, intuyo que se escabulle por las calles inundadas de hojas muertas como sus sueños, dejando atrás un atrofiado ensayo de disculpa, tratando de explicar lo inexplicable.

Estoy seguro que una noche su figura oscura del ayer, resucitará a otra de sus muertes y se transformará en realidad otra vez, que ese ser aterrador volverá para  terminar lo que una vez comenzó. Pero si en silencio te temí y en silencio no logré olvidarte, también sé y muy bien que estaré aquí, esperando impávido volver a recaer en la fatídica escena, silencioso, pero para terminar de una vez mi trabajo a medio hacer, como lo intento cada día desde esa noche y cada noche desde ese día.

Pero hoy es distinto, es especial, es la sombra  quien escribe en esta noche oscura  incierta y ofuscada, que parece desvanecerse en olvidos. En la otra orilla de la noche aun hay sueños que esperan, aún conservan su fuerza, entonces por primera vez sé que el olvido es posible… que no habrá mas culpas y escondites, y siento que no habrá mas ataques de pánico, ni eternos condenados, que morí , he muerto miles de veces , no he hecho otra cosa,  y que por fin (Pardo) he terminado mi trabajo. La quiero y gracias por todos estos años.


PD: Mi vida esta basada en una historia real que nunca sucedió. Los eventos y personajes de esta historia son puramente ficticios, cualquier semejanza con la realidad debe achacarse a la febril y malintencionada imaginación del autor (o sea yo, que duermo poco y sueño mucho, maldita bendición). Soy yo protagonizando a la victima y al verdugo. Además todas las historias y personalidades de este blog incluyendo las imaginarias son reales, aunque la muerte a diferencia de los sueños es algo tan real que no se puede imaginar.


PD2: Dice esta canción de Ivan Noble (genial como todo lo que escribe) "Ojala me atreva a ser mas asesino que mis sueños", "Poner en penitencia a mi paciencia para no esperarte", "Discuto con la noche el precio de olvidarte y a la mañana no tuve nada que perder", "Algunas noches te pierdo y algunas mañanas te vuelvo a empatar", "Algunas noches me enfermo y algunas mañanas te vuelvo a sangrar", Algunas noches te entierro y algunas mañanas te vuelvo a soñar".

sábado, 18 de diciembre de 2010

Convertite en algo decente

Tuve una infancia valiente, feliz y mágica.  Siguiendo los consejos de mi psicóloga "no debe huir de ningún capítulo de su historia",  ya que según ella es la única manera de saber quién soy.Cuando no sé bien quién soy recuerdo quien era, quien quería ser y saco el promedio. El titulo de este post es en homenaje a mi psicóloga, que cuando lo leyó aquí, me dijo que se cago de risa, y también porque de alguna manera responde a un ruego, a una súplica de mis viejos a lo largo de toda mi infancia. Fui muy travieso, los volví locos y si soy de "Cabeza bien abierta" es porque me la abrieron mis viejos a palazos. Como decía Borges "Cubre la memoria de tu cara con la máscara de lo que serás y asusta al niño que fuiste". Por eso hoy: "Mi infancia", una descripción del mundo en el que vivía, que no estaba tan alejado de aquel que me contaron de grande, cuando soñaba con ser chico...

Estoy viejo pero me acuerdo de todo, además yo nací prematuro, (desde que nací comencé a quemar etapas más rápido). A mi pediatra habría que hacerle juicio por mala praxis. Según Prado (mi psicóloga), los hijos son el deseo inconsciente de los padres, entonces yo pienso "que deseos mas pobres han tenido los míos".

Nací en un hogar muy humilde (en la quema Parque Patricios), mis viejos me tuvieron de grandes, a veces pienso lo que deben haber sentido, porque yo era un niño travieso. A los seis años nos mudamos a la calle Corrientes, a cuatro cuadras del obelisco. Recuerdo mil travesuras por ejemplo me encantaba escupir las semillas de mandarina a la gente que caminaba por Corrientes, "No juegues con la comida me decía mi vieja, cuando hacía montañas con el puré y me cagaba a palos, no se daba cuenta que estaba impidiendo mi desarrollo creativo. La puta madre olvidé de pedirles a mis viejos que me peguen un poco mas, así me sentía un poco mas traumatizado.

A los reyes le pedí una bicicleta y por supuesto no me la trajeron,  Mi vieja me llevó a ver a los reyes a Gath y Chávez, todavía me acuerdo de Baltasar con el cuello blanco, al que apenas vi le dije: "No me trajiste la bicicleta, si tenes huevos vení solo negro puto"

Ante esta situación, mi vieja oyendo el consejo de los vecinos decide enviarme a un colegio de curas, el "Monseñor de Andrea", porque en un colegio del estado según ella me iban a echar (de paso me exorcizaban). !!!Que error¡¡¡, después dicen que la naturaleza es sabia (si fuese sabia Bonelli no podría ser periodista y Ricardo Fort sería neozelandés), era un colegio de clase media con maestras nefastas y niños pupilos de sacerdote, el lugar menos adecuado para un niño como yo.

Aplacaron con sus calificaciones y sus amonestaciones la magia de la imaginación que Dios me había dado, no obstante hoy siento que debo agradecer, me servirán como vehículos de las historias que algún día aquí escribiré, pero la aplacaron en parte, jamás perdí  la posibilidad de soñar, de imaginar, pero destruyeron mi autoestima.
En los pesebres vivientes me ponían de burro, a mi vieja le decían "No sobresale en nada", (pero le pone garra). Yo no aprobaba pero por concepto. A la distancia debo reconocer que "Soy autodidacta", la culpa no es de mis maestros. En resumen tengo la inocencia perdida, pero la ignorancia intacta.

Pero había algo que me gustaba mucho hacer en mi colegio primario, a mis nueve...a mis diez años cuando me aburría en las clases o faltaba una hora para irse a casa, le pedía permiso a la maestra para ir al baño. En el colegio había baños en planta baja y en el primer piso, siempre me iba al más lejano, bajaba las escaleras tirándome por el pasamanos, deslizándome. Adoraba salir del aula y pasear, me tomaba mi tiempo para caminar por el colegio que parecía vacío. En ese momento me sentía tan libre que es difícil de explicarlo con palabras, era una sensación hermosa. Paseaba por el patio y sentía el aire, desaparecía casi toda la hora, iba a espiar a mi hermana, sabía que faltaba poco para ir a mi casa y luego a la plaza...era mágico. Todo lo que hay que aprender en la primaria se aprende en el recreo, cuando miraba de reojo el kiosco y no tenía un mango para comprar nada. También aprendí lo que son los curas, éramos veintidós alumnos y yo era el único que no recibía el desayuno que traía una tal Ofelia, (mi vieja no podía pagarlo) y en mis siete años en ese colegio los curas jamás me dieron un cafecito o una medialuna.

Hoy en retrospectiva en un pacto confuso con mis días, días largos de no abandonar luchas y sueños, pienso que eso fue en parte positivo, soy un poco lo que siempre quise ser, lo que me tocó pasar y lo que elegí vivir.

"¡¡Hoy mamá en el colegio me leyeron la mano!!”
¿Y que te dijeron, las brujas?
"Que tenía un uno, que no me vuelva a copiar, que no haga más trampa en los exámenes y que tenes que ir a hablar. Obviamente yo no tenía defectos, sino cualidades que no gustaban al resto. Mis compañeros eran casi todos unos genios, yo (al igual que hoy) odiaba a los niños prodigio y a sus padres. No obstante mi reticencia a la imposición del saber, nadie me quitará el privilegio de ser el primer Puñal en terminar el primario título que enorgulleció a mis padres y sorprendió a la humanidad.

A mi vieja la volví loca, no obstante me enseño a atarme los cordones (a bajarme los pantalones aprendí yo solo). Me cagaba a palos, me decía "En la cárcel crecerás", me amenazaba con la llegada del hombre de la bolsa (una especie de delivery de justicia). Para tranquilizarme hasta incursionó en la química realizando unos preparados, un día me dio uno, se lo dí a mi hermana y casi rompe bolsa, jamás preparo otro.

A los cinco años tenía un payaso de juguete al cual le infligía toda clase de castigos físicos, que patada voladora, doble Nelson, el cortito de Martín Karadagian, piquete de ojos. Pero me molestaba su pasividad, la facilidad con que yo obtenía la victoria me resultaba exasperante, no se resistía, no se defendía. Mi vieja era William Boo. Un día me llevaba a la plaza, yo llevé a mi contrincante de la mano, arrastrando su cuerpo por el piso. Mi odio pedía venganza. Cruzamos la calle Uruguay y en ese momento supe lo que tenía que hacer, le solté la mano al payaso para que un taxi lo pase por encima, le dije a mi mama que fue un accidente y mi vieja corrió y yo me quedé en la vereda disfrutando mi victoria. Me dije ahora si se va a defender el muñeco, pero  cuando vi que mi vieja lo trajo destartalado, sentí una tristeza inmensa (descubrí que podía ser un monstruo). No sirve mas dijo  y lo tiró al tacho y yo me puse a llorar. Mi vieja no perdonó el payasicidio, no volvió a comprarme otro.

Mi vieja compraba el pan en la Panadería Royal (todavía está), Uruguay y Sarmiento. Al llegar decía "Buen día Sr González", "Me da un kilo de felipes Sr. González" "¿Cuánto es Sr. González?, "Gracias Sr. González", "Hasta mañana Sr. González". Un día me mandó a mí a comprar el pan, en la esquina había un linyera que tenía un perro. Yo le puse Sr. González. Un día fue mi vieja a la panadería, volvió como loca "El señor de la panadería dice que te estas burlando de él", "Es que el perro no viene si le decís otro nombre, mamá". Todavía me duele el castañazo.

Mi vieja me miraba y yo intuía su preocupación, me comparaba con mis primos para ver si yo reaccionaba. Tenía un primo Manolito que era como Rain Man pero sin la habilidad matemática, yo ni de bebé era tan pelotudo. Mi vieja lo adoraba, pero mi viejo me decía "Ves a Manolito, bueno Manolito es un boludo. Mi otro primo Nardo tenía unas calificaciones bárbaras, en los juegos de saber siempre ganaba, y lo peor de todo es que con los años me enteré de cómo hacía para sacar siempre la sortija en la calesita, el corrupto del padre coimeaba al calesitero, no podría transcribir lo que esta situación generaba a mi espíritu competitivo, lo recuerdo y aún me broto. 

Pero las sospechas de mi vieja se confirmaron con  la llegada de Maria Sol, que ya de entrada mostró poseer una mente superior a la mía. Jugaba con ella a ¿donde se iba a para la mosca? siempre me ganaba (cuando me mudé a esta casa encontré una mosca en un tarrito, que encerré hace cuarenta años de la bronca, en serio). Estando yo en séptimo (ella en tercero), nos enseño a mi viejo y a mí a dividir con decimales, era obviamente la mejor alumna. Y era "garca", si le pedía el sacapuntas no me lo prestaba porque decía que al terminar de usarlo, yo no lo soplaba, lo escupía y se le oxidaba. Era tan aplicada, que yo que me pase toda la primaria esperando la cartuchera de tres pisos, (nunca llegó), a ella  se la compraron y en primer grado. El otro día se lo recriminé y me contesto "Vos te mereces una vida mejor ¡¡¡Matate!!!"

En el colegio, un desastre, en mi casa no confiaban en mi, pero había un lugar en el que brillaba "La calle" y un lugar en el que era feliz "La plaza", donde aprendí a jugar a pesar de la tormenta. A las ocho años limpiaba zapatos en la calle (le limpié a Ringo Bonavena que me dio una propina equivalente a unos cien pesos de hoy, real), vendía además lombrices y flores que agarraba trepándome a los árboles, para ayudar en la economía de la casa.

En la plaza Lavalle bajo un árbol que todavía está, (lo planto el mismo Lavalle), pasaba yo mis días, era mi espacio, mi abismo, donde la magnolias no siempre brotaban, las lombrices a veces aparecían, con mi ropa de vagabundo soñador, y mis anteojos (anteojito me decían). Un día sentí "Soy tu árbol, no te duermas, ve tras el bosque". Ante esta situación irremontable (pensé), lo mejor era cortar el hilo y que se vaya el barrilete.

Si fuera cierto que se gana dinero con el sudor de la frente a esta altura yo ya debería ser millonario, porque en la calle laburé de todo. A los ocho años aprendí que cuando los caminos se hacen duros, solo los duros caminan, la calle Corrientes me tiraba piedritas a mi ventana, me calzaba el traje de superhéroe, me calzaba "El  coraje" y salía. A los nueve años lustraba zapatos en los Cabarets de la calle Maipú, a los diez ya cambiaba divisas, andaba por la vida y sin rueditas. A los doce atendía la verdulería de mi viejo (donde hoy es el complejo la plaza). Nos fundimos (como siempre).

Después de la verdulería fui a trabajar en una veterinaria (Sarmiento y Montevideo), que también vendía plantas (yo no diferenciaba entre un cactus y una azalea). El dueño me contrató por las figuras que hacía en la verdulería para atraer clientes. Ya en la veterinaria y como recurso de promoción se me ocurrió organizar carreras de tortugas. Todos los domingos en la vereda del Teatro San Martín (enfrente del local) se habilitaba el tortugometro y los pibitos del barrio venían con sus mascotas y sus abuelos. El torneo duró un año, los chicos entrenaban a las tortugas de los modos más insólitos y ellas corrían contentas y participaban felices.
Fue un éxito, yo laburé dos meses, después me fui a laburar a una Escribanía, pero me seguían contratando para los domingos a la mañana. El premio que se llevaría el ganador era un monito llamado Saturnino (yo le puse el nombre por un pato que había en la televisión), que observaba las carreras desde su jaula, como sabiendo que allí se jugaba el destino, y se iría a otro lugar que sería su casa para siempre. Uno de los chicos concursaba con Josefina, una tortuga de tamaño mediano y velocidad asombrosa. Juancito entrenaba a Josefina todos los días y yo lo veía desde la veterinaria, Josefina era una tortuga mimosa le gustaba que le toquen el cogotito, ella misma se frotaba contra la mano y salía caminando.
Los domingos lucia la "S" de superman sobre el caparazón, una cábala que la distinguía del resto (idea del abuelo) y hacía que tuviera cada vez  más simpatizantes alentándola.. Cada tarde después de entrenar a Josefina. Juancito venía a la veterinaria a visitarme y saludar a Saturnino, mientras yo regaba las plantas del negocio.
Juancito amaba a Saturnino, el dueño se lo sacaba de la jaula para que lo mimaran. Amor puro. Yo sabía que Josefina ganaría el campeonato y Saturnino iría a un hogar donde lo amarían. El único inconveniente lo constituía la mamá de Juancito, quien no quería al mono en la casa, pero el padre, los abuelos y el hermano (amigo mio) lo apoyaban y yo pensé se acostumbraría y terminaría aceptándolo en la casa.
El niño hablaba todo el tiempo de cómo sería su vida cuando por fin el mono se fuera a vivir con él y todas las cosas que compartirían. Y llegó el gran día, si bien todos los participantes sabían que Josefina sería triunfadora, por su velocidad arrasadora, se presentaron con sus tortugas a participar de la final, que se vivió como una verdadera fiesta (todavía recuerdo que me dolía la mandíbula de tanto inflar globos, Marisol me ayudaba, recuerdo también que me cobró)
Que gran evento, no faltó nadie, la vereda del San Martín estaba llena de gente, amigos de concursantes y barrio a pleno. Algunos traían sillas, reposeras y banquitos. Fue muy emocionante, sobre todo el momento en que Juancito, besó a Josefina y le dijo que la amaba, todos nos emocionamos. Yo siempre puteaba porque después de la competencia me tenía que quedar a limpiar la vereda y juntar los papeles que los chicos tiraban. Pero ese era mi último día, iba a extrañar a los chicos, (yo era el ídolo, el organizador). Como era de prever Josefina parecía dopada ganó de punta a punta, y Juancito y su madre cruzaron a recibir el premio, el dueño de la veterinaria abría el local esos domingos, era el día de más venta (no era boludo). Juancito estaba raro, no puedo decir exactamente ¿Como?, pero no era el mismo de siempre.
Cuando escuché a su madre preguntar si podía canjear al mono por su valor en plantas, entendí todo, mejor dicho no entendí nada. Que hacía ese niño que había soñado con su mono todo el año, en el momento que estaba por lograrlo, se quedase tranquilo viendo como su madre lo cambiaba por begonias. ¿Como ese nene ahora estaba tan silencioso?, sin reclamos, ni llantos. Cuando el dueño le preguntó ¿Cómo lo había convencido?, ella simplemente le pidió a su hijo que nos mostrara lo que le había regalado, del pantalón sacó una pistola verde con lucecitas. Muy sonriente me apuntó y nos lleno de ruidos extraños que emitía ese arma de juguete.
El dueño se rió, yo me hice el muerto y payaseando gritaba desde abajo del mostrador !!!Juancito me mataste¡¡¡ y el nene no podía parar de reírse.
¡¡¡Y si, me mataste, ese día Juancito me mataste!!! Lo sobornaron y el pibe se vendió. Así de simple. Así de triste. Al mono se lo terminaron regalando a un jubilado que lo adoraba, y lo llevaba a la plaza, fueron felices. ¿Cuanto vale dejar de lado todos los sueños y cuanto los principios? Ese día aprendí que no todo tiene precio, aunque hay padres que inculcan, que lo sagrado es sagrado hasta que se le pone precio. Piensen en un precio que jamás pagarían.

Hoy vivo en la misma casa y camino por Corrientes y siento que tengo vivo el niño que todos llevamos dentro, me conozco todas las baldosas flojas del centro (pero siempre aparece un pelotudo que pasa, pisa fuerte y me empapa), es mi lugar, librerías, música, teatro, cafés etc., en otro lado me siento "Sapo de otro pozo", es mi lugar en el mundo. Camino y paso por lo que era mi colegio, y no recuerdo lo que allí sufrí, y me imagino de niño con mis orejas grandes y mis anteojos, y me guiño un ojo y lo (me) veo alejándose en silencio, al irse se da vuelta y yo le regalo una sonrisa por el "No recuerdo".
Otras veces sigo a ese niño, a esa sombra, hasta el Pasaje Rivarola y de su cara veo cayendo dos sombras de gotas y también lo saludo, el me saluda y yo también lloro, sigo caminando y comienzo a reír cuando pienso que sigo siendo un niño "La pelota que arrojé en la Plaza Lavalle al aire, aún no ha tocado el suelo.....



PD. En el post "Lo mas pancho" hice referencia a Andrés M., el dueño del colegio donde concurrieron mis hijos. Me he enterado que ha sufrido un ACV y que internado tuvo un infarto y le ha sido colocado un marcapasos. Desde aquí y con todo el cariño le deseo que se recupere pronto.

PD1 A los que mandan mensajes criticando lo variado de mis posteos. Vieron que hay gente que tiene doble personalidad, bueno yo tengo nueve. Por favor, si me van a decir que estoy chiflado, ahórrense la molestia. A los que leen estos textos en búsqueda de la verdad, no la encontrarán aquí, pero merecen el castigo de encontrarla. Y si no les gusta quédense mirando Gran Hermano, que espero que este año tenga muchas más cámaras (de gas).

PD2: En el colegio "Carlos Pellegrini" han elegido a Jorge Fornasari como rector, un amigo desde hace mas de veinticinco años, sus pares lo cuestionan alegando que está de licencia hace años, cosa que no es tan real, mi hija Copy lo tuvo de profesor de matemáticas, es un tipo de extraordinaria cultura y un gran docente.
Siguiendo con las noticias reproduzco textual;
"Este señor es como Atila. Es el Atila del siglo XXI, en el cual después que pasaba por un lugar no se permitía más que creciera el pasto. Esto es lo mismo, donde pasa él no se permite que crezca la educación pública"
 La autora de esta autentica gema de la claridad conceptual, de analogía, de historia y plagada de  pureza idiomática a la hora de la construcción de oraciones es la ex  rectora del colegio Nacional Buenos Aires, Virginia González Gass y se refiere al rector designado del colegio.
Una vez superado el primer impacto, identificada la idea principal y revisados los enlaces de cada oración. Pareciera que esta simpática profesional cree que el rey de los Hunos poseía una suerte de guardia pretoriana muñida de tijeras que cortaban el pasto con posterioridad a sus pisadas y con los suficientes conocimientos de jardinería para impedir su nuevo crecimiento. Si esta señora profundizase un poco en la leyenda se daría cuenta que la misma no se refiere a Atila sino a Othar, su caballo, del cual se decía que por donde pisaba no volvía a crecer el pasto. Esto pone a la comparación de esta erudita en inconvenientes bastante severos, si es que su talento para la construcción de las frases no constituía ya suficiente obstáculo. Habla de una prohibición, y no de un resultado producido por una condición -mágica o no- del sujeto, que para ella era Atila, cuando quien la poseía era su caballo.
También tuve oportunidad de escuchar al actual rector y su manera de expresarse es como mínimo penosa. No sé, si se les debe exigir construcciones sintácticas y/o gramaticales, armado correcto de frases y conocimientos de gramática básica e historia (huno en historia licenciada), después de todo son simples docentes y no jurados de "Bailando por un sueño". Tengan ustedes un educativo fin de semana.


domingo, 12 de diciembre de 2010

La Alcancía

Este blog se ha convertido en una mezcla de insulina, Kamasutra y fabulas infantiles, dado mi interes en capturar a todos los públicos. Mi amiga Gimena se sigue quejando de los finales dados por mi a las historias. Por eso acá va esta historia y con final feliz

Una dulce niña llegó a su casa un día con una alcancía en sus manos. Eufórica manifestó que la maestra había dicho que si guardaba monedas en ella,  podría tener algún día su propio tesoro.

Sus humildes padres, al observar el entusiasmo que presentaba su hija, se miraron con profunda tristeza, pero como no acostumbraban a engañarla, le hicieron saber de antemano que eran muy pobres y que no estaban en condiciones de proporcionarle tantas monedas. La niña lejos de ofenderse, comprendió de inmediato la delicada situación, y no solo le pidió que olvidaran la situación sino que se mostró muy bien dispuesta a colaborar en cuanto fuera necesario.

Sin embargo, a la mañana siguiente, el padre tomó la mano de su pequeña hija y en una modesta ceremonia le hizo entrega de una moneda y al hacerlo le dijo: “Aquí tienes una moneda hija mía, pero te la entrego bajo una condición, si realmente quieres guardarla en la alcancía, deberás llevarla contigo al colegio, mantenerla en tu bolsillo y abstenerte de comprar golosinas y recién por la tarde, cuando regreses a casa, si todavía conservas esta moneda podrás introducirla en la alcancia.

La niña desbordada por la alegría, llenó de besos a su padre y se dirigió al colegio junto a su madre, a quien colmó con más de mil promesas. En el recreo sufrió la tentación de comprar una golosina, consiguió vencerla y logró volver a su hogar con la moneda.

Lo primero que hizo al llegar fue acomodar un banco junto a la alacena donde estaba la alcancía y estiró su brazo hasta hallar la hendidura que por su estatura no podía observar y cuando sintió por fin el oscuro vacío dejó caer la moneda en la alcancía, disfrutando por primera vez del delicioso sonido que causaba la moneda al caer.

Al día siguiente la niña no recibió ninguna moneda, pero como era conciente de la situación de su familia celebró el hecho de tener al menos una moneda. Sus padres que apenas podían brindarle un plato de comida al verla tan entusiasmada con su alcancía no sabían como complacerla. Ellos pensaban que la nena el primer día gastaría su moneda y la cosa quedaría en el olvido pero no habían contado con las voluntad de su hija.

Una semana después el padre llamó a su hija y le hizo entrega de una moneda. La niña agradeció muy emotivamente y le dijo que no necesitaba otra moneda que estaba muy contenta con la que ya tenía, la madre se conmovió y le prometió que de allí en más cada día, recibiría una moneda respetando siempre la condición impuesta por su padre, no gastar la moneda en el colegio.

Con el transcurso de la semana la inteligente niña notó que la preocupación de sus pares se agravaba, entonces se negó a aceptar la moneda que le ofrecían argumentando que no debían sacrificar sus vidas por el tesoro de una niña, paro los padres desoyeron las razones de su hija y cumplieron día tras día con la  promesa que habían hecho.

Y así fue que una tarde, al volver del colegio, la voluntariosa niña intentó introducir la moneda en la ranura de la alcancía y se alegró al ver que no podía hacerlo, púes ello significaba que la misma se encontraba llena. Con una sonrisa buscó a sus padres para darle la buena noticia y éstos visiblemente emocionados la acompañaron hasta la alcancía, la madre lloraba y el padre estaba consternado, la niña le pidió al padre que bajara la alcancía y trajera su martillo porque quería ser ella quién descubriera el tesoro. La niña estaba con el martillo en la mano cuando  el padre le preguntó: ¿Qué haría con el tesoro? El tesoro es para ustedes porque los quiero mucho y lo necesitan más que yo. La madre se desplomó sobre una silla y comenzó a llorar desconsoladamente, el padre soltó una lágrima y tomó con fuerza el hombro de su mujer.

La caritativa niña al ver la emoción de sus padres liberó una orgullosa sonrisa y alcanzando el martillo lo descargó con todas sus fuerzas pero enorme fue la sorpresa de la niña cuando advirtió que no eran monedas lo que estaban desparramadas sobre la mesa, sino una gran cantidad de chapitas sin valor alguno. El rostro de la niña sufrió una abrupta transformación, sus ojos se llenaron de lágrimas en un instante, su corazón se partió en mil pedazos como la alcancía, buscó refugio en su madre y acomodándose sobre sus piernas les dijo: “les aseguro que yo guardé cada una de las monedas que me dieron, no sé como llegaron esas chapitas a la alcancía, jamás me compré golosinas en el colegio, ni eche chapitas en la alcancía, les suplico me crean.

-Ya lo sé- dijo la madre entre sollozos, ambos te creemos, nosotros somos los culpables, no te merecemos. Por favor perdónanos, sos la nena mas dulce y nosotros los padres mas crueles, espero que nos perdones cuando sepas que fue lo que hicimos, dicho esto se produjo un extenso silencio. Entonces la niña inteligente llegó a una dura conclusión, la niña tomó la moneda que no había puesto en la alcancía y se la alcanzó a su padre que se había alejado por la vergüenza que sentía.

-Aquí tenés papá- te entrego la única moneda que tengo, es mi humilde tesoro, no te avergüences de lo que has hecho, estoy segura que necesitaban el dinero mas que yo, además eran tus monedas, vos me las diste, no se sientan culpables me hace mal verlos tristes.

El padre abrazó a su hija como nunca antes lo había hecho y le rogó encarecidamente que lo perdonara. La madre le confesó toda la verdad: “Lo cierto es que siempre tuviste la misma moneda, es la única que pudimos darte, estábamos desesperados por complacerte y solo se nos ocurrió esta estúpida idea, solo te pido que creas que lo hicimos con la mejor de las intenciones.
–Pero ¿cómo es posible? Preguntó la niña.
-Mira tu padre hizo un pequeño hueco en la parte de atrás de la alcancía y de noche iba y sacaba la moneda que vos habías puesto y la reemplazaba por una chapita.
Pensábamos que te ibas a cansar de tu alcancía pero con el tiempo nos dimos cuenta de que sabías muy bien lo que querías y nuestra preocupación aumentaba cada día porque se acercaba el momento en que rompieras tu alcancía.
Lo único que me da pena es que ahora no puedo darles el tesoro – dijo la niña-. –El tesoro eres tú hija mía- dijo el padre.

Después de estar abrazados un rato se fueron a celebrar los tres a una heladería, una vez allí la nena se desprendió sin ningún reparo de su moneda y compró tres helados. Cuando terminó el helado la niña se acercó al heladero y le pidió que lavara el vasito por que quería conservarlo.

Al llegar a su casa sus padres comenzaron a sentirse mal el helado les había caído pesado, (la nena los había envenenado), pasados diez minutos murieron de manera cruel.

Hoy la nena es ya una mujer y es millonaria y guarda en un vasito de telgopor las cenizas de esos dos hijos de mil putas.

FIN

PD.: Hijo mio la felicidad esta hecha de pequeñas cosas una pequeña casa, un pequeño auto, un pequeño yate y una pequeña mansión.

PD1: Hay que luchar por los sueños. Mi sueño es que a Facundo Pastor lo agarren cuatro fumapacos y lo violen en cámara.

PD2: Ayer vi Filadelfia en la casa de mi hermana, en un momento lo miro a mi cuñado Chris y veo que llora, entonces le pregunto ¿Qué te pasa? y me contesta desde King Kong que no lloraba asi.