domingo, 29 de agosto de 2010

Transpiraban Marolio

El calor era insoportable, ascendía a 100 grados cuando arribamos a la demo.

Nos recibieron el contador, dos de sus analistas y un colaborador jovencito. En apariencia todos normales.

Pero las apariencias siguen engañando……., al internarnos en la sala con Miguel divisamos un proyector con el que realizaríamos la presentación, El contador acotó: “ En nuestra empresa no escatimamos en nada “, frase grasa si las hay. Con Miguel nos miramos en silencio, Años atrás tuvimos un profesor en el curso "Comuníquese en forma efectiva" que no escatimaba su uso, quizás por eso comunicándonos, efectivamente somos unos pelotudos.

Su frase nos pareció cursi pero no se lo comunicamos, pero lo que sí quedó claro, al menos para nosotros, era el contexto cultural en el que se desarrollaría la demostración. A partir de ese momento a cada palabra conjugada en pretérito perfecto simple de la segunda persona del singular estos animales le agregaban la "S", (sino entendisteS... léelo otra vez), pronunciándola con arrogancia, con descaro, con énfasis.

Ya sentados los cuatro concurrentes comenzó el contador dirigiéndose a mí….. “ A nosotros lo que nos motiva es un reto profesional ", enfatizó sus palabras separándolas en silabas pro-fe-sio-nal y encomillando en el aire con sus dedos. Pensé en fracturárselos sin piedad, ¿que discurso va a darnos este discapacitado laboral?, este débil mental con neuronas poco ambiciosas. Era el rey de los boludos por afano, pero después de conocer a los otros tres engendros lo considero un pensador.

Las dos minas denotaban instrucción básica. Quizás habían tomado un desvío en la autopista de la información y pensar no era lo de ellas, o tal vez tenían una inteligencia alternativa que les impediría aprobar hasta un curso de porcelana en frio.

Por último, el típico usuario bobito lleno de tatuajes, (tal vez por falta de posibilidad expresiva). Con mi mirada le transmitía "decime que sos normal" y reflexioné ¿a partir de cuantos tatuajes una persona deja de ser normal?, pero sonreí como diciéndole "Yo también estoy lleno de tatuajes, solo que en Braille”.

Encendimos el proyector y emitía la imagen a baja altura, Sería necesario elevarlo de alguna manera, entonces el contador le dice al tatuado: "Acá en el depósito hay unos libros viejos traelos que los usamos de base". El tenebroso tatuado tardo una eternidad en volver. Pensé que se fue a hacer otro tatuaje pero no, volvió con una cantidad de libros suficientes para hacer la presentación en la terraza denotando un particular sentido de la proporción. Las analistas comenzaron a apilar los libros que formarían la base pero no lo lograron, la situación era para personas pacientes (de Parkinson). El contador se agregó al grupo de repositores de Carrefour intentando armar la pila (base). Al cabo de un buen rato lo lograron, sobre la torre de Pisa se encontraba el proyector. En el ínterin yo leí "La guerra y la paz" y Miguel "Crítica de la razón pura".

El calor era sofocante y entonces una de las mujeres se detiene en un libro, el más amarillo, el más lleno de polvo, (tal vez el más digno). Era uno de los viejos, de los cosidos que había zafado del apilamiento y desgarra un conjunto de hojas y comienza a abanicarse con ellas diciendo estoy "Acsolutamente (con C de casa)empapada”. De entrada ya no me había caído bien, pero ahora la odiaba y con fundamento.

Miguel seguía explicando, está provisto de un complejo sistema de caracterización mental adaptable a distintas situaciones, llega al estado alfa cuando expone. Yo entré en trance psicótico.

Siguió desguazando el libro y ofreciendo aventarse a todos los asistentes- Yo me negué y pensé ¿dónde habrá quedado en mi vida mi abanico de posibilidades?. Todos escuchaban y se aventaban. Yo miraba al libro viejo y me parecía escuchar a las hojas arrancadas pedir auxilio a las que aun permanecían en él que las miraban aterradas, estaban las desgarradas que no eran utilizadas como abanicos todavía desparramadas sobre la mesa.

Las compañeras del libro cuando nadie mira intentan socorrerlas, estaban aterradas. En el viejo libro todo era terror, gritaban!!!NO!!!, cuando una de las abanicantes apretaba con furia las hojas. La otra mujer deja su montoncito de hojas de costado y la primera hoja da una graciosa voltereta en el aire, logrando así escapar. Otra de las hojas se defendió y corto un dedo del tatuado, debería haberlo mordido pero "los libros no muerden" dicen y es verdad.

¿A que grasa exasperante? ¿A que hija de una gran puta? se le puede ocurrir romper un libro para abanicarse!!!!, Pensé abrirle la cabeza de un librazo (tipo libro cabecera) hasta que pierda el conocimiento pero era imposible, carecía de él. O utilizar mi puñal de manera sangrienta generándole mutilaciones irreversibles pero algo me distrajo...

Tatoo había tomado el manual del usuario que yo siempre llevo conmigo y lo comenzaba a utilizar como abanico, la otra analfabeta mientras se ventilaba grita "No ese no, no ves que lo necesitan para la charla”, como sugiriendo que sin ese machete no podríamos darla. !!!Exploté a 360º y dije ¿Que te crees que somos?, como Mercedes Sosa que necesita la partitura para cantar las mismas canciones treinta años?. Hace veinte años que decimos lo mismo, nos costó, si claro, pero lo sabemos de menoría. Pensé en el poema "me gusta cuando callas porque estas como ausente......." pero un trueno me interrumpió.

La demostración concluía, pensé en pedir el libro de quejas pero estos seguramente se limpiaron el culo con él. De Botnia a su culo sin escala y comencé a desconectar la laptop del proyector. El contador preguntó “ la pasaron bien? Volverían otra vez? “. Esta vez no me callé y dije, “ El verbo volver tiene implícito el otra vez, entendes?”... y pensé, si, volvería pero para matarte hijo de puta y que salga en Crónica: "Contador muere, se trató de un ajuste de cuentas".

La tormenta se desató. Miguel dijo "Justo hoy lavé el arca", y le dije “ Aprovechá y llevate a estos animales”. Pensé que a este lugar no vuelvo así nos inviten a una reunión de sexo desenfrenado, y mientras desconectaba los equipos miraba al libro hecho pedazos, las hojas esparcidas, diseminadas...

Al alejarnos me volví, miré la mesa y allí, sobre ella, yacía asesinada la Sabiduría……


Posdata I: La próxima vez que quieras salvar un libro, no te juegues la vida…, te llevaré a un lugar secreto donde los libros nunca mueren y donde nadie puede destruirlos. Carlos Ruiz Safón.

Posdata II: No sé si a causa de mi peinado con gel o por mi post "Aracnido en tu pelo", uno de mis conocidos de la feria de San Telmo ayer me esquivó el saludo. “ Que pensas pelotudo que lo escribí por vos, o acaso imaginas que alguna vez creí en ese tono Viviana Canosa idiota? “ Pero no te preocupes voy…. a ir a verte con mi puñal incandescente y te voy a gratinar el quincho, así te queda el peinadito de un color más verosímil, pelotudo!!!

ABRAZATE A LA LECTURA.


No hay comentarios:

Publicar un comentario