domingo, 22 de agosto de 2010

Titanic II

(Léalo antes de que se hunda o se queme)


Entibiado por un café y por el fuego antiguo de mi pasado, estábamos con Miguel mi compañero en la demo de ese día en una pequeña oficina contigua a la sala en donde se iba a realizar nuestra presentación.

Los asistentes a la demo tardaban en llegar razón por la cual le digo a Miguel " Che yo me prendo un puchito y cuando vengan lo apago", cosa que hice pero no me dio tiempo a terminarlo entonces lo arrojé en un tacho de basura y nos dirigimos a la sala de reuniones donde se produjeron los sucesos de esta narración.

La demo se desarrollaba entretenida para los siete asistentes cuando empezó a sentirse olor a quemado. Algo estaba pasando e inmediatamente una gorda asistente acoto “ No sienten olor a quemado? “ mirándome a los ojos con desprecio.

Al olor le siguió el humo y cuando ya estábamos totalmente invadidos, dos nuevas voces se sumaron al comentario de la gorda, “ Si acá algo se está quemando “ y también me miraban con cara de "me quemaste la buclera".

Yo por mi parte pensaba que así como hay sectores de fumadores y el humo no invade al resto del lugar y los fumadores tomamos café en medio de una neblina, lo mismo debería hacerse con estas tres boludas, como protección acústica.

No dije nada, me contuve producto del "silencio de los que no son inocentes" y con mi mirada les imploraba tengan piedad, pero quien no comprende una mirada tampoco comprende una larga explicación, entonces callé...

Sonó una alarma y !!!ZAS!!! Comenzó a salir del techo una lluvia de agua helada con la potencia de una hidrolavadora. La ducha estaba tan fría que podría hacer la plancha en el Nahuel Huapi en pelotas.

“ !!!Fue él!!! Lo vi tirando un cigarrillo “ gritó la gorda.

Si existe realmente el pecado de pensamiento amigos míos quien escribe este blog arderá en las llamas del averno por toda la eternidad, porque imploré a Dios que la gorda se disuelva como el humo de un cigarrillo en el aire, que fuera biodegradable, que se derritiera, que ardiera. No me contuve y dije: “ Escuchame bien pedazo de gelatina adiposa…. yo no fumo"

La tormenta de agua helada no cesaba agregándole romanticismo a la situación y estuve a punto de invitar a la gorda a "bailar bajo la lluvia". Mi primera impresión fue que me había transportado a la filmación de Titanic y que me estaba ahogando, (la anticipación imaginaria de la experiencia es siempre más intensa que la experiencia misma).

Me sentía Kate Winslet en Titanic gritando…” Come Back, come back “(pero sin el silbato). En ese preciso momento se me acerco el gerente y escupiéndome en la oreja me preguntó

- ¿Estas Bien?

- Si. No tenes una bata para salir de la ducha como Sandro?



Busqué a Miguel (estaba en medio de las gordas), y le grité “ Ayúdenme , no sé nadar “, pero él se puso a cantar bajo la ducha usando el jabón como micrófono el tema Dama fuego, dame dame fuego..... Las gordas le hacían el coro. Al verme grito " Bueno mis nenas ya me vieron, ahora dejen pasar a la ambulancia… “ y vino en mi ayuda.

Le supliqué “ Sacame de acá que estoy comenzando a derretirme “ y me dijo aunque sea respirara por los poros, le contesté no podía porque los tengo tapados por el pucho.

La gorda restante grito "Me ahogo" "No hago pie" pero estaba fingiendo y exagerando. Pensé en flagelarla con un puñal calentado en hornalla, “ Te abro la fosas nasales para que te hiperventiles boluda “, o sopletearla, o fritarla (como dicen en Utilísima en lugar de freirla), pero el acristalamiento de las gotas de lluvia me lo impedirían.

Debía decidir, o moría ahogado o quemado, opte por esta última a pesar de saber que el que juega con fuego se quema. Pero había jurado que en la vida no me quemaría mas, ya no me cocino en el primer hervor". Los grandes fumadores no morimos, nos esfumamos…

A la hora volvió la calma. Intenté prender un pucho pero el agua me lo impidió. Estaba cansado, la tristeza se fumaba mis puchos y la hija de puta para apagarlos usaba un cenicero mojado (sacrilegio para un fumador).

Algunos en el baño se secaban utilizando esas maquinas que tardan tres horas en secarte las manos, por lo que infiero que estuvieron una semana para secar toda su ropa. El gerente lloraba y decía “ Perdí mi pelo, se quemo todo “. Le dije “ No todavía, algo te queda. En todo caso que los pelos te los cuente Oscar de la Hoya”

A mi alrededor todo era una pileta, la gorda había sobrevivido o se había reencarnado en orca inflable (era la Tota Santillán en el Aquadance) y me seguía puteando. Miguel seguía cantando con las otras dos gordas, ahora entonaban " Me quemas con la punta de tus dedos, tus manos hacen llagas en mi piel....."

Partí, no huí (pareciera que no existe otra forma de partir que no sea raudamente, ni una forma de huir que no sea despavorido, pero ese no es mi estilo, lo considero un quemo). Me detuve en un cartel que rezaba "Según la ley 23344 fumar es perjudicial para la salud" y pensé …. Que esperan para derogarla ? y recordé cuando hice el curso "chau pucho" que se dictaba en una iglesia y que abandoné por no saber que era más nocivo para mí.

Al otro día en la oficina un compañero nos preguntó Che cómo les fue ayer en la demo?

No, no la dimos se suspendió por lluvia………..

PD: Desde ese día no fumo mas (tampoco fumo menos), pero voy a las demos con ropa ignifuga.

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