Hace ya algún tiempo fuimos con Rubén a dar una demo en un laboratorio internacional. Al comienzo de la demostración de los productos que comercializamos (que son excelentes y lideres en su género) pautamos con los asistentes que, dado que el flujo de información a transmitir era mucho, en el caso que se generara una duda, al final de la explicación del punto que se esté tratando contestaríamos todas sus dudas e inquietudes. Mientras tanto Rubén es quien opera la laptop navegando por las pantallas más atractivas de los productos.
En un momento dado, a raíz de una variante en mi manera de describir una función de la solución, el gerente del área de tecnología se dirigió a mí increpándome por estar, supuestamente, diciendo todo lo contrario de lo que antes había afirmado. Que me contradije, que había dado un giro de 360 grados en los conceptos inicialmente expuestos. Yo le respondí que no me había contradicho y que en todo caso si el giro dado por mi era de 360 grados no estaba cambiando nada. Esto desató una hecatombe en la reunión y pasó de ser una demostración de un software a una discusión de geometría. El idiota me acusó de pretender enseñarle geometría y se enfureció (para mí que el tipo se percato de su error y le dio vergüenza).
Lo que yo pretendía explicarle es que no había cambiado en nada mis argumentos y que medido en grados eso era una rotación de 360 grados, un giro completo nada cambiaba. A todo esto al gerente lo acompañaban cuatro súbditos, tres de ellos apoyaban lo dicho por su jefe, el cambio dado por mi había sido de 360 grados. Yo no lo podía creer y les explique que si yo voy conduciendo un automóvil y pretendo girar debo dar un giro de 90 grados, si quiero girar en U (como siempre lo hago) debo dar dos giros de 90 grados, el resultado no varía, 180 grados.
Decir un giro de 360 está mal, el cambio de sentido es con un giro de 180 grados. Indudablemente estos tres empleados provenían de hogares poco escolarizados, seguían empecinados en que un cambio de sentido era de 360 grados, por lo que intente explicárselo con la brújula, y…… tampoco lo entendieron. Tal vez la brújula de estos tres desbrujulizados marcaba al sur. A mí ya se me estaba yendo mi magnetismo al carajo. Intente con el subte……… si yo parto de la estación Tribunales y me bajo en Pueyrredon y doy un giro de 360 grados (circulo completo) sigo yendo para Congreso de Tucumán. Si por el contrario el cambio es de 180 grados voy hacia Catedral, si voy para Rosario y doy un circulo completo sigo yendo para Rosario.
Cuando fui a sacar el registro tuve que estacionar a 45 grados, yo lo hice a 42 grados pero igual me lo dieron. Mi hija mayor siempre me decía que yo era un obtuso, que no cambiaba más, que mi giro era de 360 grados. Seguía siendo el mismo de siempre. Yo hice intervenir en el debate a Rubén que hasta ese momento había permanecido callado (es un tipo de pocas palabras, pero las suficientes para expresar sus ideas), Se había ido por la tangente pero retomo el ejemplo del subte dado por mí, y contó que una vez vio a un gordo subir por la escalera mecánica con una inclinación de 135 grados. Su comentario me abrumo, ¿Cómo podía ser? ¿Estaba pegado a los escalones o tenía zapatos de plomo? Entonces por no perder la posible venta opte por mirar la situación desde otro ángulo y les concedí la razón. La regla es intentar vender, lo demás es complementario
Salí de la demo un poco mareado por tantos giros y Rubén me dijo “ para la próxima demo traete un transportador “. No conteste a su agudo comentario. A pesar de todo nos fue bien. Nos pidieron que les enviemos una propuesta. Llegué a casa y me puse a buscar el manual de geometría de cuarto grado para adjuntárselo a la misma pero me acordé que nunca tuve uno, que a mí me había enseñado un gallego amigo de mi viejo a quien yo llamaba tío. El tío Angulo que no era ningún cuadrado (y no se caguen de risa) porque falleció y era un tipo muy recto……
En un momento dado, a raíz de una variante en mi manera de describir una función de la solución, el gerente del área de tecnología se dirigió a mí increpándome por estar, supuestamente, diciendo todo lo contrario de lo que antes había afirmado. Que me contradije, que había dado un giro de 360 grados en los conceptos inicialmente expuestos. Yo le respondí que no me había contradicho y que en todo caso si el giro dado por mi era de 360 grados no estaba cambiando nada. Esto desató una hecatombe en la reunión y pasó de ser una demostración de un software a una discusión de geometría. El idiota me acusó de pretender enseñarle geometría y se enfureció (para mí que el tipo se percato de su error y le dio vergüenza).
Lo que yo pretendía explicarle es que no había cambiado en nada mis argumentos y que medido en grados eso era una rotación de 360 grados, un giro completo nada cambiaba. A todo esto al gerente lo acompañaban cuatro súbditos, tres de ellos apoyaban lo dicho por su jefe, el cambio dado por mi había sido de 360 grados. Yo no lo podía creer y les explique que si yo voy conduciendo un automóvil y pretendo girar debo dar un giro de 90 grados, si quiero girar en U (como siempre lo hago) debo dar dos giros de 90 grados, el resultado no varía, 180 grados.
Decir un giro de 360 está mal, el cambio de sentido es con un giro de 180 grados. Indudablemente estos tres empleados provenían de hogares poco escolarizados, seguían empecinados en que un cambio de sentido era de 360 grados, por lo que intente explicárselo con la brújula, y…… tampoco lo entendieron. Tal vez la brújula de estos tres desbrujulizados marcaba al sur. A mí ya se me estaba yendo mi magnetismo al carajo. Intente con el subte……… si yo parto de la estación Tribunales y me bajo en Pueyrredon y doy un giro de 360 grados (circulo completo) sigo yendo para Congreso de Tucumán. Si por el contrario el cambio es de 180 grados voy hacia Catedral, si voy para Rosario y doy un circulo completo sigo yendo para Rosario.
Cuando fui a sacar el registro tuve que estacionar a 45 grados, yo lo hice a 42 grados pero igual me lo dieron. Mi hija mayor siempre me decía que yo era un obtuso, que no cambiaba más, que mi giro era de 360 grados. Seguía siendo el mismo de siempre. Yo hice intervenir en el debate a Rubén que hasta ese momento había permanecido callado (es un tipo de pocas palabras, pero las suficientes para expresar sus ideas), Se había ido por la tangente pero retomo el ejemplo del subte dado por mí, y contó que una vez vio a un gordo subir por la escalera mecánica con una inclinación de 135 grados. Su comentario me abrumo, ¿Cómo podía ser? ¿Estaba pegado a los escalones o tenía zapatos de plomo? Entonces por no perder la posible venta opte por mirar la situación desde otro ángulo y les concedí la razón. La regla es intentar vender, lo demás es complementario
Salí de la demo un poco mareado por tantos giros y Rubén me dijo “ para la próxima demo traete un transportador “. No conteste a su agudo comentario. A pesar de todo nos fue bien. Nos pidieron que les enviemos una propuesta. Llegué a casa y me puse a buscar el manual de geometría de cuarto grado para adjuntárselo a la misma pero me acordé que nunca tuve uno, que a mí me había enseñado un gallego amigo de mi viejo a quien yo llamaba tío. El tío Angulo que no era ningún cuadrado (y no se caguen de risa) porque falleció y era un tipo muy recto……
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