domingo, 3 de octubre de 2010

La Vecinita

Si hay algo que odio es a los vecinos. ¿Quién mierda inventó a los vecinos?- Cuando fumo en el ascensor me incomodan con sus toses exageradas, y falsos síntomas de asma- Me cansé de los brotes depresivos del gordito del tercero hache y de su esposa a la que encuentro cada vez que salgo en bolas a sacar la basura, al perrito que tienen lo voy a secuestrar y lo voy a colgar del hall de entrada del edificio, porque me muerde las bolsas de basura, como no tengo perro cada vez que salgo les pateo sus bolsas de basura como venganza.

Tuve todo tipo de vecinas: la diosa que resultó ser travesti, la que caminaba desnuda pero era flor de bagayo, la que me tocaba el portero eléctrico diciendo "Señor soy la vecina del octavo, me olvidé las llaves en la casa de mi mamá" ¿Podría bajar a abrirme la puerta?

Pero esta es la historia de la psicóloga del sexto piso en un edificio en el que viví, era  la mujer que uno espera que se quede sin pan y venga a pedirnos e invitarla a pasar a la cocina, que es un lugar en donde uno se distiende, intima, se sincera- Me la encontraba siempre en el ascensor y los sábados tomábamos sol cada uno en su balcón y yo musicalizaba su bronceado y el mío (color Casper siempre adquiero). De la ventana de mi cuarto se podía ver la cocina de mi vecinita.

Era una noche de enero tranquila pero de un calor agobiante, era temprano y me disponía a abrir una lata de atún e intentar dormir (mis envidias se acuestan temprano). En eso estaba y me encontraba rodeado de una absoluta oscuridad, cuando un reflejo de luz proveniente de la cocina de mi vecina atravesó mi cuarto. Me levanté cautelosamente, por que como Charly "Yo nací para mirar lo que pocos pueden ver, yo nací para mirar" y la luz de la heladera me permitió verla como me la había imaginado mas de una vez “En pelotas”, (y si queres conocer a una mujer no hay que escucharla hay que mirarla), tomaba del pico de una botella, y su figura estaba iluminada por la tenue luz del refrigerador, su lenguaje corporal delataba su sensualidad.
Preso de una tensión indescriptible allí estaba yo a escondidas mirándola paralizado.
Me acordé de Napoleón que decía " Todo hombre debe decidir, si se .lanza a triunfar arriesgándolo todo en la vida o si se sienta en su balcón tranquilamente a contemplar el desfile de los triunfadores y opte por buscar mis binoculares sentarme y contemplar, yo en la vida ya me tiré a la pileta y de traje, y así me fue....

De pronto en la penumbra dos brazos masculinos de físico culturista emergen y  
rodean a mi vecinita, ésta se da vuelta y comienza a besarlo, al hacerlo suelta la puerta de la heladera y queda todo a oscuras, sólo se veían perfiles difusos, en mi intento de ver, hago un mal movimiento que genera un ruido….Pensé soy el agente 006 me sentí  el maquillador de una película porno, toda mi vida fui un actor porno esperando su oportunidad, porque si hicieran una película con mi vida  la catalogarían de drama, de ciencia ficción pero cómica o porno clase “C” (porno de bajo presupuesto). El ruido atrajo la atención de este  gorila escapado de Temaiken y al darse vuelta se percató de mi presencia observándolos...había sido descubierto en mi intención de espiarlos y robarles ideas, y sabiéndose observado el hijo de puta incrementó su efusión, su pasión  y no me tuvo compasión (“eso es atacar la heladera”, pensé).

Paralelamente abrió la heladera y me encandiló (todavía hoy no puedo comprender la cantidad de luz que salió de esa heladera, salvo que tuviera una fotocopiadora adentro y sacando fotocopias) y me paseó su esbelta figura desprovista de ropas que la suavizaran, y en una predisposición no muy fácil de disfrazar, para que yo lo vea, me deslumbre, lo envidie, (Las comparaciones son odiosas, porqué odio los resultados). Fue hasta la heladera y vertió agua por todo su cuerpo como diciendo "Toma para vos que en la heladera debes tener sólo  jarras vacías, refresco rinde 2 mas diluido o agua Manantiales (el que determinó que el agua es insípida no probo Manantiales), giró y me clavó la vista...

Pensé en sentarme en la ventana y tirarme para atrás como los buzos, inmolarme o ahorcarme desde mi balcón para que vean mi cadáver colgado en su ventana, pero como un sigiloso Ninja asesino me deslicé reptando hasta mi cama , con tan mal fortuna que me pegué como tantas veces el dedo meñique del pie contra la pata de la cama... Me encaminé entonces como pudo hasta la heladera pero estaba vacía, ni hielo tenía para ponerme, quise tomar un frasco pero lo habían enroscado mal y se cayó al piso...

Ahí estaba con la heladera vacía, el dedo del pie roto, las bolas llenas y pensando que ese tipo estaba por cumplir una de mis fantasías, agarrar a una mina en la mesada de la cocina, una fantasía que jamás pude cumplir por miedo de agarrarme los huevos con el rayador. Y le deseé "Ojala que se te rompa la heladera y se te pudra todo, Walt Disney”. Pensé en llamar a la radio y pedir un tema de mi trovador favorito Arjona, pasarles el himno como en los telos a todo volumen, o leerles los poemas de Belén Francese con un megáfono y arruinarles la noche de pasión, pero el dolor del pie me lo impidió.

Con el meñique del pie destruido arrastrándome como pude sin pena y sin gloria llegué hasta la ventana y a pesar del calor reinante, la cerré, puse música a todo volumen. Ya los había visto, lo único que me faltaba era escucharlos…


PD.: Intenté después de esa experiencia ponerla en práctica regando en bolas el jardín, pero mi pareja en ese momento me lo impidió diciendo “Van a creer que estoy con vos por el dinero”

PD1.: Cansado de tropezar siempre con la  pata de la cama, he decidido amputarme el pie.

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