domingo, 21 de noviembre de 2010

Fe de E-Ratas


Este post que leerán a continuación (si quieren), no es apto para todo público. Contiene escenas de maltrato a animales, violencia explícita, sangre, vómitos y lenguaje ofensivo. No se recomienda su lectura a personas sensibles y tampoco a aquellos que me conocen porque después se me cagan de risa en la cara.
Hago esta aclaración porque hasta el más despistado se habrá dado cuenta de que en este blog siempre aparezco como un piola bárbaro, un duro, un flor de macho, un hombre, un hard. Pero esta vez señores míos les voy a pedir que no sigan leyendo porque la lectura de esta historia esta contraindicada para personas sensibles. Es una historia X - rated.
 Ya van a ver de lo que hablo. Ya van a ver……..

Esta semana Día UNO (Jueves) 23 horas
Luego de haber cenado un plato gourmet preparado con mis propias manos y de haber degustado un buen vaso de jugo Ser pomelo rosado sin azúcar (por mi diabetes), mientras miraba "Bailando por un sueño", y estaba como loco llamando y votando por Silvina Escudero al 13013 (no quiero vivir en un mundo donde ella sea eliminada del certamen), decidí irme a acostar con el último numero de la prestigiosa revista Gestión y la última Paparazzi con Virginia Gallardo en pelotas. Estaba yo leyendo un interesantísimo artículo sobre "Los secretos del liderazgo" (en serio) cuando oigo un ruido casi imperceptible proveniente de la ventana que da al pulmón del edificio.
Dirijo hacia allí mi mirada y noto que el ruido era generado por un simpático roedor que ingresaba al living de mi casa, se deslizaba por la pared haciendo escala en el lavadero que está al lado de la ventana, alcanzaba el porcellanato dando un saltito y carreteando junto al zócalo de la pared oeste de mi dormitorio, daba clara señal de su intención de quedarse en el living de mi casa. Mi reacción fue calculada.

Mis elásticos músculos se disiparon al unísono, como las cuerdas de cien arcos juntos, para ponerme de pie sobre la cama y proferir un grito que intimidara a la alimaña y la paralizara del susto, pero me salió un "Ay… una rata y la putisima madre que te remilparió", el susto que me hiciste pegar y la conch... El ratón quieto junto al árbol de navidad (todavía no lo desarme y a esta altura del año ya no vale la pena), equidistante de la ventana por la que entró y de la puerta del dormitorio y del futón del living me miró diciendo "si, si, muy macho, todo lo que quieras pero me parece que el paralizado del susto sos vos".

Yo aclaro (no al ratón sino a todos ustedes, manga de hijos de mil putas que ya están riendose y cantando "Se asustó con un ratón, se asustó con un ratón", no le tengo miedo a un ratón). De hecho no es la primera vez que me enfrento a uno de estos palmípedos. Hace un tiempo, viviendo con mi amigo Miguel tuve que poner tramperas con queso en una terraza que teníamos, a razón de una por metro cuadrado, unas ciento cincuenta tramperas, y unos ocho kilogramos de queso por noche, al poco tiempo por un problema económico tuve que desechar la cacería. En esa ocasión una de esas bestias logró entrar en la casa y logré darle muerte de un palazo, luego de una prolongada cacería que durara unas tres horas y me costara unos dos mil dólares en destrozos varios.
Así que no es que me den miedo, como quien dice "Ay, le da miedo". Pero convengamos que si uno está lo mas choto en la cama hojeando una revista de minas en bolas, que te entre una laucha a la pieza no es lo mejor que te puede pasar.
La cosa es que el simpático plantígrado había ya ganado el living. Me lancé en su persecución con furia ciega, pero primero tomé la precaución de ponerme zapatillas, porque si llego a pisar el ratón en patas me tengo que amputar el pie del asco y aplicarme Activia endovenoso por el resto de mis días. Prendo la luz del living y ¡ahí estaba! El living estaba.

El ratón podía estar boludeando lo mas pancho por cualquier rama del arbolito, en el escritorio, atrás del sillón , atrás del modular, en la biblioteca, en el lavadero o en la cocina. A simple vista no se lo veía. Pero yo no iba a volver a la cama hasta no dar muerte al insecto o hasta certificar su egreso de mi domicilio por lo menos con la firma de dos escribanos que pudieran dar fe del avistamiento de ese mismo ratón por lo menos a quince cuadras de mi morada.

Asi que, armado con un palo de escoba, emprendí una verdadera cacería humana…bueno no, del ratón. Una hora más tarde estaba transpirado hasta el piloro. No quedaba un solo libro en su lugar por el efecto dominó del ataque (si, me dominó la estupidez), no había un solo cable conectado correctamente, pero no había ningún ratón "¿se habrá ido?" pensé mientras intentaba recobrar el aire, al menos con el pulmón izquierdo, para el derecho ya habría tiempo. Pero no voy a ocultar yo que mi sorpresa fue poca cuando vi al ratón bailando hip.-hop en la otra punta del living cerca de la puerta del baño, cerca de la puerta de mi habitación. Su burla provocó en mi una ira desenfrenada, empuñé el palo de escoba como una jabalina, eché mi brazo hacia atrás por encima de mi hombro, mis músculos se tensaron, recordé la lectura de Zen en el arte del tiro con arco, visualicé el blanco alcanzado, la escoba salio disparada para la mismísima mierda. Y el ratón se fue a los pedos por la ventana por la que había entrado. Esa noche me acosté a las cuatro de la mañana. Y no dormí bien.

DIA DOS (Aclaración previa) Estuve todo el dia fuera de control, llame por teléfono a todos victimizándome, pidiendo ayuda.
 Vinieron Miguel, Rubén, Cris (mi cuñado) y por supuesto mi hermana acompañada de una de sus mascotas "Hidráulico", uno de sus tres gatos que según ella era especialista en la captura de este tipo de alimañas. La escena era dantesca, mi casa parecía salida de un libro de Stephen King pero arrasada por el huracán Katrina.
Miguel vino provisto de once kilogramos de veneno y tres de Trotil, Rubén por su parte estaba muñido de un rifle de aire comprimido, Cris se encargó de las conexiones eléctricas, Marisol se quejaba de la suciedad imperante (soy sucio pero también las cosas me juegan en contra) e interpretando el comportamiento de Hidráulico no dejaba de RATIFICAR (verificar y confirmar que el lugar estaba lleno de ratas) y se oponía a la utilización del veneno dada la presencia de Hidráulico, yo pensé "el peor de los venenos no es el que no hemos tomado nunca sino al que nos acostumbramos" Al escucharla sentí "ahora mismo hago desinfectar el piso y me desplomo.
Miguel por su parte sostenía que la rata percibiendo que en la casa había "Gato encerrado" a la noche no se presentaría en alusión obviamente a la presencia de Hidráulico., ¿Que creyeron, que lo dijo por mi hermana? Marisol lavó hasta la PC con acaroína, me hizo hacer buches de lavandina y lavarme los ojos con Espadol.

A eso de las 22:00 hs argumentando que el ratón no se presentaría, los cuatro decidieron retirarse, quedé solo (soportaría tres eternidades en compañía de Ricardo Fort con tal de no quedar solo esa noche). DIA DOS (Viernes) 01.30….ponele Estaba yo sentado en mi escritorio consultando en mi laptop Sony Vaio los últimos ajustes a nuestro Sistema Integrado de Planificación financiera único en el país y ahora líder en países de America Latina también, adquirido por empresas de primera línea como por ejemplo Mercado Libre, Mc Donalds, Coca Cola entre otros, mientras mi otra computadora, en su monitor LCD de diecinueve pulgadas, mostraba la propuesta a Loreal de Paris, cuando por el rabillo del ojo percibo....bien una lagaña, bien un Rat.... ¡¡¡Ratón de mierda y la reput.....!!!. El mismo arácnido de la noche anterior volvió, como pancho por su casa. Por mi casa. No era cuestión que se encariñase o que creyera que esta casa es una joda, y que se puede venir a cualquier hora, así que decidí que esta vez no iba a alcanzar con espantarlo, sino que había que darle muerte.

Y en una suerte de castigo ejemplar, que sirviera como disuasión a otros marsupiales. Asi que… Se las hago corta…Tres horas y un palo de escoba y un escobillón rotos después, el ratón se volvió a escapar por la misma ventana por la que entró, lo reputié con toda mi fuerza ya que, salvo Hidráulico (que ni se dio por enterado de la presencia del roedor) estaba solo en mi casa. Me acosté otra vez al amanecer, y con las neuronas a punto de autoinmolarse por medio de carbonización espontánea, por el caspa atack que me dio de lo caliente que estaba, regurgité la bilis por casi dos horas, estaba empapado en sudor, mas bien estaba envuelto en ácido pipermídico, finalmente pude aplacar mis estertores y algo dormí.

DIA TRES (sábado) 01.30…..01.45……02.00

Claramente, esta vez lo estaba esperando al liquen hijo de mil putas. Yo me hacía el que leía, pero en realidad, escondiéndome atrás del libro, yo miraba la ventana pensando "Vení, hijo e puta….vení que te hago mierda.”

Como a las 03.00 asomó su hociquito. Pero no por la ventana, sino por la parte de abajo del arbolito de navidad., el condenado roedor nunca se había ido, venía haciendo noche en el arbolito de navidad desde hacía por lo menos tres días. Salté como un tigre y de un manotazo cerré la ventana que da al pulmón (ventana por la cual yo creía erróneamente que el monocotiledóneo este entraba y huía a su antojo).

El gusano platelminto se asustó y se ocultó nuevamente en el arbolito de navidad, yo me dirigí a la cocina, abrí el horno, tome una sartén, me dirigí al arbolito lo volteé (todo en tiempo real, como Jack Bauer en 24...), comencé a proferirle sartenazos a ramas y bolas navideñas cual Thor enarbolando su martillo en pos de hacer justicia por mano propia.

La rata de albañal corrió hasta la puerta de entrada del departamento pero ¡Ja...!estaba cerrada, desesperadamente el animal buscó una rendija debajo de la puerta pero yo ya había obstruido toda posible salida con un parapeto de películas, cds y libros. Se dio vuelta y me miró como diciendo "ahí, me cagaste" yo lo miré y le dije "Lo siento amigo sólo uno de los dos saldrá de esta casa vivo, y creo que seré yo.

 "Vamos a ver" pensó el ratón y corrió por el pasillo, atravesó el living, se metió en el dormitorio y abajo de la cama. Salté a la cama con una escoba en una mano y un toallón viejo en la otra. Parecía un gladiador de red y tridente (un reciario para los lectores mas cultos). La idea era tirarle el toallón encima y rematarlo a escobazos. Cosa que hice unas doce veces, o mejor dicho creí haber hecho unas doce veces, en las que yo creí haber sepultado al micifuz bajo el toallón, y después de unos diez minutos de meta y meta escobazo (un centurión romano), notaba que el ratón e Hidráulico miraban juntos a dos metros de distancia la patética escena cagados de risa.
La mesa de luz a la mierda, la otra mesa mas grande llena de libros a la mierda, la caja gigante del arbolito de navidad (que es hermosa la venden en Alparamis, bue no importa) al carajo, todo al piso.

La cama contra la pared, las tres paredes, la otra es un placard espejado, quedaron llenas de marcas de los palazos de escoba. Rompí los dos veladores (Fabrica de luz) bah las lamparitas. Bueno no, los veladores también. En un momento el batracio intenta volver a meterse en el arbolito de navidad tiro a la mierda de un escobazo las pocas bolas y la punta del arbolito que aún quedaban adheridas. Punta del arbolito y alimaña caen al piso y yo le doy muerte, a la punta del arbolito, a la que hice mierda.

Pasa el tiempo…..Empiezo a cansarme. El ratón es rápido. Empiezo a deshidratarme. Se hacen…no se…. ¿las cuatro?, ¿las cinco de la mañana? El ratón se esconde en una de las mesitas de luz, con una furia demencial me tiro al piso con las patas hacia adelante cosa de estampar al palelepipedo entre la pared y la mesita de luz, me corto con la tapa de un CD, comienzo a sangrar, ¡No importa, yo me coso solo como Rambo! , continuo, arremeto feroz y mal herido, pienso " a este lo apuñalo aunque sea con un tramontina". La laucha se escapa a la mierda aprovechando los cuarenta y cinco segundos que yo tardo entre que mi cerebro de la orden de tirarme y yo efectivamente me tiro al piso. Estoy muy cansado. El ratón se mete al arbolito nuevamente, yo con el palo de escoba tirando golpes a ciegas, tratando de hacer blanco en el paquidermo. Pero el bicho sale del arbolito, ingresando una vez más al dormitorio. Ya lo odiaba Yo le hablaba al ratón, eso ya era Arab contra la ballena blanca, era el viejo contra el pez, el hombre contra la bestia.

No se cuanto tiempo mas estuve. Ya estaba muy cansado, estaba por desvanecerme de cansancio. Hacía no se cuantas horas que estaba peleando contra ese verdadero monstruo. Con ese rival al que ya empezaba a respetar. Hacía dos noches que no dormía bien por su culpa. Yo tengo eso que llamo pensamiento colateral al agregarle un signo menos a las situaciones, y que la gente llama "Vos estás en pedo".

Es por eso que hice lo que hice. Es por eso cuando ya al borde de mis fuerzas, cuando el sol entraba por la ventana y me cegaba, el ratón corrió a esconderse en el horno y el turro se escondió bien adentro. Yo escuche voces "Smile", "you are son of bitch", "Kill, Kill, Kill", "you are Gladiator" y cerré el horno con el ratón adentro, prendí la luz del horno y me quede como media hora observando a través de la puerta vidriada a ese descendiente directo de Houdini y.....no, no voy a continuar con este cruento relato. Buenos Noches (Y buen provecho si es que estaban comiendo).

PD: Hablando de líquenes podridos y en mal estado. Hace un tiempo trabajo en PCNET un tipo llamado Ariel no pongo el apellido porque lo busque en Internet y hay como cinco. La cuestión es que esta persona robo las fuentes de uno de los productos que comercializamos y haciéndose pasar por nosotros intenta venderlo. Como no es capaz de hacer funcionar al producto finalmente el cliente se comunica con nosotros y se aclara la situación. Esto ya ocurrió con varias empresas (Walt Street Institute, PC Arts, etc) que terminan siendo clientes nuestros.
Querido Ariel: La vida de una persona es una cadena de sucesos que involucra un número limitado de actores dentro de cada eslabón. Te quedaste atrás. Al menos en nuestra cadena. Y lo mismo ocurrió con nosotros en la tuya. Quedamos atrapados dentro de algún eslabón pasado cuya única función es la de mantener unido al todo. A la cadena.



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