domingo, 20 de marzo de 2011

Mamarracho

Cuando estaba en sexto grado, allá por el neolítico, tuve mi primer asalto de la preadolescencia. Eran bailes que se celebraban en la casa de unos padres cancheros que facilitaban su hogar para que los compañeros de su hijo/a realizasen  un baile.

Este fue en la casa de Pilar (esquina de Sarmiento y Uruguay). Esta familia tenía una terraza gigante, ideal para convertirla en pista de baile y la madre era una tipa muy piola (aún vive gracias a Dios) que permitió la realización del evento. Fue un sábado y nosotros los de sexto invitamos a los de séptimo, nuestros ídolos, que comprometieron su presencia.

Y la cosa ya empezaba en casa, esa noche dejábamos el pantaloncito corto para siempre, que quedaba en la otra vereda de la infancia. Nos daban la llave de casa porque los que vivíamos cerca volvíamos solos. Yo tenía mi llave hace tiempo. Mi viejo, en un breve y emotivo acto, me había dicho  que yo ya era lo suficientemente hombre como para tener mi propia llave.  O sea, "toma pelotudo te la pasas entrando y saliendo, me tenes los huevos hinchados, acá tenes la llave, si la perdes, te cago a trompadas, ¿Está claro?, Salí chocho con mi llave colgada al cuello, jamas la perdí y cuando me casé se la devolví a mi viejo con un orgullo típico del que actúo con responsabilidad en el cuidado de algo que le fue confiado.

La espera era interminable. Salir para el asalto era la plenitud, dejábamos la inocencia atrás, nos invadía la noción de eternidad, a esa edad teníamos las nubes en las manos todo el tiempo. Nuestra fantasía esa noche era levantarnos a la chica que nos gustaba, íbamos con esa esperanza, con ese sueño. No existía otra cosa, sólo esa noche (hoy uno piensa en términos de días, a esa edad piensa en términos de reencarnaciones.

Yo lucí esa noche unos pantalones muy cómodos pero me quedaban ridículos (un mamarracho), eso si la camisa me la había hecho mi vieja y era una barbaridad. Cuando llegué a la casa de Pilar ya todo estaba preparado para la gran noche, se escuchaba la música que tiño mi adolescencia, estaba el Metegol que tenía Javier, el hermano de Pilar, las luces habían sido reemplazadas por luces de colores, un tubo fluorescente que no se terminaba de prender (hasta hoy me irritan), le daba al lugar una onda psicodélica.

Los chicos llevábamos la bebida y las chicas la comida, nunca supe porque a mi me tocó llevar un paquete de papas fritas gigante. También habían dispuesto unas canastitas de caramelos, esas mismas que hoy me sirven para detectar a los pijoteros en los negocios (agarran diez mínimo).

Lola, la chica que a mi me gustaba, estaba en séptimo o sea era un año mas grande que yo. Esto representaba para mi una norme ventaja, no estaba en mi grado, no veía como mis peores pesadillas ortográficas se hacían realidad, lo burro que era,  las inverosímiles interpretaciones que le daba al "Principito", (cuando lo leí estaba en cualquiera), pero lo leí todo hasta el final y me desilusionó "Batman no aparecía en él" .

Pero yo amaba a Lola, por ella hubiera dado libre sexto grado, sólo la veía en el recreo, en el coro en el cual me anoté solo por verla, el coro del colegio que era horrible, como casi todos los coros (¿No es hora ya de eliminar al coro Kennedy, digo?) . También la veía cuando nos llevaban al cine a ver "El santo de la Espada" o a ver "Los diez mandamientos", película que vimos cien veces ya que íbamos a un colegio de curas, el "Monseñor de Andrea". De esa película lo que mas me gusto es "La tabla". También la podía ver en los ensayos de los actos escolares, pero ahí también era un perdedor, no pase de ser vendedor de velas en un acto del 25 de mayo.

Bueno, la cosa es que empezó la música del asalto, algunos intrépidos salían a bailar, otros jugaban al metegol, otros jugaban a pegarse. Las chicas se juntaban por grupitos. Yo entonces me dirigí al grupo donde estaba Lola y de entrada tiré un chiste, (la única diferencia intelectual entre aquel niño de once años y este de cincuenta y uno, es que aquel al menos tenía imaginación).
¿Qué es esa cagada que estamos escuchando?
- Es un disco (vinilo) que traje yo contestó mi amada.
Se produjo un silencio incomodo.
Yo sonreí en silencio pero juro que quise ponerme a llorar con alboroto, pensé soy un subnormal aberrante, una bestia infame, un mandril, un infradotado. Me salió mal la canchereada musical, hoy pasados cuarenta años se que mi LP está rayado desde esa edad, certificado  por veinticuatro años de terapia y por mi revisionismo histórico.  "stoy condenado a repetir con las minas siempre la misma historia trágica ad infinitum. Estoy literalmente rayado, mi vinilo siempre corre por la misma hendidura y repite la misma melodía pero en ese momento no lo sabía.

En el colegio se corría la bola que mi amada acababa de cortar con Guillermo, su último novio y el que mas le había durado, dos semanas, por lo que estaba en ese asalto por primera vez sin novio oficial. También circulaba que esa niña le gustaba a Juan Carlos "Rata" que era amigo mío y a un tal Fernando. Pero a ella, se rumoreaba, le gusta "Rata".

Como la pendeja me encantaba, me acerque a ese tal Fernando que estaba en séptimo grado  para tantear su estrategia. Me dijo que a él gustaba Lola y la voy a sacar a bailar ya mismo. No se me ocurrió que estrategia utilizar para impedírselo ergo fue y la sacó a bailar. Fernando bailando era un discapacitado motriz. Fernando era el bailarín que dio el mal paso. Al terminar el tema la mina lo fletó. Fernando era.....¡¡¡un gerundio!!!.

Era mi turno de tantear a Rata que junto con Pablo eran mis dos mejores amigos. Se nos acerca Lola y nos pide un vaso de Coca, entonces Rata diligente va en busca de una botella, y antes de servirle a Lola toma del pico.  Estalle y le dije "No podes ser tan ordinario", para desacreditarlo ante la minita y eliminar a otro rival. Señores no me critiquen "Un amigo es una planta, hay que cuidarlo, pero también a veces hay que tirarle mierda para que siga creciendo". Por otra parte, de Machiavello en adelante, el fin siempre ha justificado los medios. Hoy en día sigo odiando a los que toman antes de pasar la botella y a los sanguches de miga de ananá en las fiestas.

Lola era hermosa, tenia ese rombito que se les forman a las minas que tienen buen orto y que se nota si las ves de frente, y que me calientan. Tengo una teoría al respecto pero me la reservo. No insistan. Era la mas trola del colegio, sus padres estaban separados, lo que en esa época implicaba ligereza sexual heredada, cambiaba de novio una vez por semana. lo que condenaba al noviazgo con ella  a la fugacidad, y se corría la bola que daba unos besos de lengua que te hacían al iniciar y escalar varios peldaños en nuestra carrera hacia el sexo salvaje.

Puse en practica mis capacidades deductivos para saber en que momento me convenía sacarla a bailar y no lucir desesperado y decidí que ese momento era cuando pasasen los lentos. Si hay algo que se llama destino, creo que fue el que hizo que pusieran el tema de Pintura Fresca "Butterfly" en ese instante y en ese asalto, era un lento extremadamente largo que parecía estratégicamente elegido, por vaya a saber porque Dios amante de las mariposas.

¿Bailás? - le pregunté
Bueno me respondió con esa sonrisa que me enloquecía.
La tomé de la cintura, me lanzó los brazos alrededor del cuello y dimos vueltitas por toda la pista (Terraza)
Lola, le dije como un susurro... un ruego... una plegaria.
¿Si?
¿No querés ser mi novia? Madura el Knock out, diría Osvaldo Principi.
Eh....pero lo que sucede es que…
¿Qué es lo que sucede, Lola? - dije perdiendo un poco la paciencia, el romanticismo se me empezaba a ir al carajo.
Pasa que gusto de Rata y estoy esperando que se me tire. (Los rumores eran tan ciertos). A buen entendedor pocas palabras bastan. A veces directamente sobran.
Jaque mate a mi autoestima, destrozo mi corazón para toda mi vida, no supe que decir, mi manual “Peuser” no iba a tener jamas el corazón con las inciales L y M (M de Majestuoso). Hoy pienso que todo lo que precisaba saber lo supe pero mas tarde, todo lo que necesitaba tener lo tuve pero mas tarde, todo lo que tengo para decir sobre lo que generó en mi ese rechazo, lo diré, lo juro, pero mas tarde. Ahora no puedo, estoy destrozado.
Pero no te preocupes que, si Rata no se me tira, me meto con vos.
Seguimos bailando en silencio en esa noche patética y al terminar el tema  la solté inmediatamente y me fui a un rincón a esperar. Era el plan "B" de la chica mas trola del colegio. Hoy una situación así me mandaría a terapia no menos de cuatro años y con un intento de suicidio.

¡Santos emboles bailarines, Batman! ¡Cómo sufrí! "Que alguien desconecte este Winco, please" ¡Me aburrí el resto de la noche! De la bronca me bajé todo el paquete de papas fritas sin convidarle a nadie.

Dicen que hay minas fáciles. NO ES CIERTO. No hay minas fáciles sino hombres convincentes. Hoy Lola, cuarenta años después de aquella noche siniestra, leyó mi post "La hora mas oscura" y me envía un comentario en el que me pide mi facebook y me invita a hacerme seguidor del Facebook que tienen los egresados del colegio Monseñor de Andrea, tal vez tomando conciencia que aquella noche tuvo la chance de construir otro futuro (mi autoestima subió desde entonces). Por ende solicité a mi hermana la password  que posee como  miembro (le gusta compartir experiencias con sus compañeritos de jardín de infantes), Entre y pude ver una foto de Lola "La hermosa". ¿Que te paso? ¿Estuviste en Chernobil? Pueden creer que preguntó a todos los miembros si alguien sabía de la vida de "Rata", yo si se que es de su vida pero por supuesto no le contesté.

Entonces lo que líneas atrás prometí decir lo diré ahora. Con vos estimada Lola cometí un error y fue "Sobreinformar en la primera cita". No soy un tipo rencoroso. No tengo Facebook (me parece de puto), pero estoy evaluando firmemente abrir uno para "Mandarte bien al carajo".


PD: En este post nombro al Colegio Monseñor de Andrea. A Pilar y a su madre la señora Sayous. Una señora que me comentó mi hermana aun vive y de la que guardo un hermoso recuerdo. Y es que como en séptimo grado era el peor alumno, las madres de mis compañeritos solicitaban a las maestras que no me incluyan en los equipos de trabajo por temor a ser una mala compañía y que al promediar su nota conmigo bajaran en sus calificaciones.  Esta señora, repito la Señora Sayous, (apellido no modificado), envió una nota al colegio solicitando que yo sea incluido en el grupo con su hija, que para su hija sería un honor estudiar conmigo, con Pablo y alguien mas que ahora no recuerdo. El final de la historia  es que en séptimo grado su hija Pilar terminó siendo la mejor alumna y yo por fin terminé de entender el Principito.

PD1: No voy a contestar por ahora ninguno  de los 609 mensajes de la Hora más oscura (Toma dos). Con la Doctora Damehelio nos anotamos en un curso de idioma "Fierita".  Como algunos se expresan es complicado de entender.

PD2: Aprovecho también este post para saludar a mi maestra de Castellano de sexto grado La señorita Beatriz Elena Couto que toda la vida "REPROBO" mis composiciones aduciendo: " Que yo en mis desarrollos sintacticogramaticales no alcanzaba explicitar correctisimamente aquello que ambicionaba  comunicar, sosteniendo que  mis narraciones o parlamentos ostentaban una espantosa tendencia a manuscribir expresiones  inexorablemente extensas  y sobrecargadas de adjetivaciones innecesarias.

PD3: El nombre Lola es ficticio, esa niña se llamaba Mónica. Ergo y modo de Fe de erratas, el corazón dibujado en el manual Peuser no debía decir L  M como los puchos, sino M y M. (Estuve tentado de poner como los bomboncitos), pero no querido lector, no soy Ricardo Fort tan golosamente puto.


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