domingo, 15 de mayo de 2011

Máscaras

"Las cosas no son lo que parecen". Así comencé mi última sesión de terapia el viernes por la noche, a lo que mi ocurrente psicologa contestó ¿Le parece? Entonces comencé a discurrir sobre el porqué la gente se esmera mas en parecer que en ser. Hoy ser, es ser percibido. ¿Si las apariencias engañan por qué todo es tan aparente? Nada es lo que parece aunque parezca.

Un profesor que tuve nos explicaba que "El árbol no nos dejaba ver el bosque" y es verdad yo mismo era de los que si me señalabas la luna me quedaba mirando el dedo. Es así como de a poco comencé en este difícil arte de observar, para poder escribir lo que observaba.

Entonces me tome la costumbre de sentarme en el pedestal de mi casa (Vivo sobre la calle Corrientes) y observar a la gente que pasa, invento historias, imagino cosas. Veo a la gente que camina por instinto. Hay gente que sueña, otros viajan en subte y otros en auto. Hay gente que desayuna en el centro, están los que leen las noticias en Internet y los que prefieren los diarios en papel. Hay gente que vive en departamentos oscuros, otros en luminosos, otros en casas con jardín. Hay gente vieja que camina y gente joven que no se anima. Hay gente que viene a trabajar, otros a buscar trabajo y otros a hacer piquetes. Hay gente que es vegetariana, otros que lo intentan y otros que jamás se lo plantean. Están los que miran televisión, los que escuchan radio, y los que escuchan música caminando. Hay gente que se casa de blanco, otros que se divorcian u otros que conviven. Algunos están enamorados, otros tienen amores imposibles, y otros tienen la ternura torpe de quien nunca ha sido amado y debe improvisar. Están los kirchneristas, los macristas y los que no votan. Los que hacen dieta y los que no la hacen. Los que rezan, los que profesan. Los que creen y los que dicen mentiras a los que quieren creer.

Por Corrientes caminan los bohemios, los que vagabundean por las esquinas del fracaso, los que no encuentran el sentido de su deambular errático, se van perdiendo en este laberinto. La soledad duerme en la calle o en un banco de plaza, se acuna en la noche desposeída, ella entiende de ausencias. Mucha gente se oculta detrás de una pared de ilusiones, ya que sin ellas no podría vivir, y viven fingiendo, se mienten y al final no pueden determinar cual es la verdad, la realidad y que es lo inventado. No saben si son fantasmas o un sueño que alguna vez soñaron.

Tras esas máscaras se ve el miedo, que es la máxima expresión de la inseguridad y construyen un muro de ilusiones creado con ladrillos de mentira, creyendo que nadie ve la verdad y cuando se dan cuenta ya es tarde, ya se equivocaron. Sus miradas están en suspenso, en pausa, en las nubes, en un bache, colgados, en vilo, desorientadas, perdidas. Hay miradas con odio, que deciden que ser terrorista islámico está bien. Los que se quejan de todo, los perfeccionistas que no saben que la perfección mata, que la sabiduría comete un error todos los días.

Si nos ponemos a observar hay cosas que resultan tan obvias, tan premeditables. Pero otras no, para saberlas habría que preguntar ¿En qué estás pensando?, para no dejarnos llevar por las apariencias, pero lamentablemente no sucede así.

Un adolescente va zigzagueando borracho por la calle. No va a robar quiere que lo abracen.
Camina por la calle con aire de mujer flaca aunque es gorda.
El hombre gordo, desprolijo con barba desplumada, parece dueño de un parripollo pero es un cirujano de los buenos.
En el teatro una pareja se toma de la mano y pensamos que es una pareja feliz. Ella tiene una enfermedad terminal.
Es un ser deleznable, lo tildamos de antipático, pero el lucha contra su extraña timidez.
Es una pareja pensando en silencio. Pareciera que flota en el ambiente el inequívoco sentir de que entre ambos ya está todo hablado. No es que no tengan nada que decirse, no les molesta el silencio.
Un sacerdote camina y su mirada es piadosa. Pero es un pedófilo aún no descubierto.
Un matrimonio con dos niños hacen un picnic a orillas del río, no es una familia más, no es una familia,
Un mendigo sucio y con los pantalones bajos pide limosna y camina errante. No tiene nada. Tiró todo menos sus sueños.
Una anciana le grita a todo el mundo, y lo hace porque en el fondo, es el único permiso que le fue concedido.
Una jovencita va apresurada camino a su trabajo de recepcionista, pero es escritora.
Una señora llora desconsoladamente, pero llora de felicidad,
Veo a una mujer con una mirada extraña deambulando por Corrientes  un lunes a las dos de la tarde y pienso es una mujer que esta al pedo perdiendo tiempo, no lo sabemos es su primera salida de un dolor muy grande.
Un hombre con un traje raído camina por el microcentro, no es un hombre mediocre es un hombre apenado.

Ante estos casos de equivocadas intuiciones sólo queda la culpa, una enseñanza, y una rara sensación de pena. Y vergüenza

Seguiré afilando  las tijeras para cortar los hilos de las máscaras que muchos utilizan y así poder develar el verdadero rostro de las personas. Seguiré caminado y observando por la calle, donde mis sueños cobran vida, donde todo o nada es realidad.
Por lo pronto algo les puedo asegurar producto de mis observaciones el 99% de la gente le saca el pepino al Big Mac.


PD: Donde sí mis observaciones empíricas fallan es en mi propia casa.  Lourdes la chica que me ayuda con la limpieza es indescifrable, en el último estante de placard del baño, entre medio de la caja donde está la pomada para lustrar los zapatos y el tarro de Blem, cree, es un lugar perfectamente razonable para guardar mis pantuflas.

PD1: Miguel el patovica de pelotero sigue de viaje por el viejo mundo. Seguí de joda por acá todo bien. Es mas ya no te necesitamos, este ya es un país con justicia, la causa  María Marta que fue encontrada con 26 impactos de bala fue caratulada como "Suicidio dudoso". Luego del arrasador éxito de Buenos Aires Playa (la primera playa del mundo sin mar pero con bañeros), llegan tres nuevas propuestas de la sensacional gestión Pro: Buenos Aires Bosque, Buenos Aires Montaña y Buenos Aires Rafting. (http://sidefx88.blogspot.com)


PD2: No hay peor sordo que fan de Ricardito Arjona.  El que calla, otorga ¡otorgá, Arjona, por favor!

ACLARACION:
     en el post anterior donde dice :
Odio a mi cuñado cuando me recuerda el día en que salí contento con la obtención de mi registro de conducir y le pedí su coche para practicar y me lo dejó con el freno de mano puesto, al intentar sacarlo y acelerar simultáneamente se lo estampé contra una columna. Jamás volví a intentar manejar, la joda me salió 2.000 pesos en ese entonces, que me arreglen el orgullo me costó un poco mas.


en realidad lo que paso fue algo parecido a lo que ilustro en el siguiente video !!   EL CUÑADO



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